He empezado a escribir sobre todo lo que me ha pasado del miércoles a hoy, y cuando iba a mitad del segundo folio (relato muy escueto, austero y ennumerando simplemente los acontecimientos) he tenido piedad de vosotros, pero es una de las innumerables veces que me he acordado de la cita que titula esta entrada.
Película: Príncipe de las mareas: leeeeenta, melodramáááááticaaa, de las que les gustan a las señoras, con personajes sufriendo por sus traumas interiores, con un misterio emocional, trágico, familiar insondable que al final se desvela… y final feliz, of course. Nick Nolte & Barbara Streissand.
En fin: por no cansar: la película empieza con un larguísimo plano de un paisaje sobre un pantano, con una puesta de sol maravillosa, pasando por todos los colores, con música de violines, flautas y demás, y cuando la gente (los tíos mayormente) ya nos preguntamos a qué viene esto, una voz en off dice lentamente: ¡Cómo envidio a las personas, cuya máxima preocupación, es el tiempo que va a hacer al día siguiente!.
Pues eso. Lo malo es que, encima, somos nosotros los que nos lo buscamos.
Película: Príncipe de las mareas: leeeeenta, melodramáááááticaaa, de las que les gustan a las señoras, con personajes sufriendo por sus traumas interiores, con un misterio emocional, trágico, familiar insondable que al final se desvela… y final feliz, of course. Nick Nolte & Barbara Streissand.
En fin: por no cansar: la película empieza con un larguísimo plano de un paisaje sobre un pantano, con una puesta de sol maravillosa, pasando por todos los colores, con música de violines, flautas y demás, y cuando la gente (los tíos mayormente) ya nos preguntamos a qué viene esto, una voz en off dice lentamente: ¡Cómo envidio a las personas, cuya máxima preocupación, es el tiempo que va a hacer al día siguiente!.
Pues eso. Lo malo es que, encima, somos nosotros los que nos lo buscamos.
2 comentarios:
A las "tías" también es posible que nos aburran los "pasteles" y a algunos "tios" les gusta llorar en el cine.
Solo como comentario.
todos somos yin y yang. Negarlo es luchar contra nosotros mismos
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