jueves, 28 de septiembre de 2006

Cuba

Hemos vuelto ya de Cuba. Aparte de mi pequeño incidente con un delfín, mis impresiones son algo pobres. No me parece un destino especialmente recomendable, salvo que por viajero, guste de conocer gentes, en cuyo caso, adelante. Lo mejor de Cuba son, indudablemente, los cubanos, alegres, despreocupados, calmosos... Pequeñas picarescas, idolatría al régimen castrista, consignas propagandísticas en lugar de anuncios (las prefiero) y casas y enseres destartalados por doquier.
Varadero: playas, arena, mar caliente y tranquilo...
La Habana: salvo el casco histórico, sucia y ruidosa.
Museos muchos, cultura bastante, música toda y pachanguera, de la que me gusta (boleros en especial). Comida, regular
La vida: cara, precios como aquí o más. Internet censurados accesos a periódicos extranjeros.
Propaganda comunista: alienta el odio al yankee (hay que ver lo que une un enemigo común). Razón no les falta, pero podrían, sobre todo de 10 años a esta parte, ir pasando del Tío Sam. Los cubanos que lo deseen pueden abandonar la isla sin problemas, pero tampoco se preocupan demasiado. Desde hace unos años el turismo proporciona una buena fuente de divisas, viven pasable, no hay miseria, la integración racial es admirable, la vida explota en cada esquina, y sobre todo, la música.
En resumen: pasable.

domingo, 17 de septiembre de 2006

y 3

Sin embargo, los más exaltados, o los más interesados, o los más brutos, o los más fanáticos, o los más tontos, o todo junto, han optado por la solución final. Y son capaces de todo, y llega un momento, como ha ocurrido aquí en Vasconia, el odio impregna ya incluso a la unidad familiar y social. Cualquiera que no esté de acuerdo con el pensar colectivo, es un enemigo, y una parte importante de recursos se dedica a luchar por ello.

No digo que no existan causas por las que merezca la pena morir. Vosotros, para mí, sois casi la única. Proporciona un motivo muy importante para vivir. Los extremos se tocan. Pero fuera de ello, y menos hoy en día, conviene recapacitar. Es tan inmensa la vida, las posibilidades de vivir sin problemas, que a falta de ellos nos los inventamos. Y algunos fabrican fanáticos suicidas y escudos humanos para conseguir lo que ya saben que no van a conseguir, pero se dedican a chinchar como puedan.

Y si habéis llegado hasta aquí, será que no lo he hecho tan mal. Lástima que parezca que estoy de parte de unos, pero cuando pintan bastos, no hay más remedio que decantarse. Besos y hasta la próxima paliza.

tirios y troyanos 2

Ya os he dicho varias veces que los tirios son de la piel del diablo. Llevan en esta situación de exilio más de 30 años. Cuando a mí me viene mi vecino, el de Zumosol, y me dice: “chaval, a partir de ahora aquí aparco yo; búscate otro sitio”, tengo varias opciones:

a) le hago caso, y además le limpio el coche y barro el portal

b) sopeso mis posibilidades, veo que no tengo nada que hacer, y me resigno. Simplemente aparco cerca y punto. A veces, busco a otro a quien le pueda y le quito el sitio y le hago lo mismo (es lo que les han hecho los tirios a los libaneses).

c) me defiendo por medios legales, lícitos. Si no puedo, me aguanto. Es lo que han hecho muchos tirios, viven con los troyanos, desde hace mucho, en santa paz y armonía. Les fastidia un poco, pero se aguantan.

d) Id - y además le rayo el coche de vez en cuando, le pincho alguna rueda... si me pilla, ya sé lo que pasará, me dará alguna hostia, probablemente bien dada.

e) Busco a mi primo, y entre los dos, lo inflamos a tortas. Cabe pensar que, el otro puede seguir el envite.

f) Decido, y puede que él también, que merece la pena morir por eso. Uno de los dos sobra en este mundo...

Los tirios y troyanos han decidido esto último. Millones de tirios se han desperdigado por el mundo, porque así como aquí hemos vivido muy cerca una situación parecida, todos los que tienen dos dedos de frente y dos duros en el bolsillo, en vez de comprarse un pistolón, por el mismo precio se compran un billete de avión, y se vienen a nuestro pueblo. Insisto. Muchos, millones de ellos lo han hecho. Lo malo es que ni los propios países que les apoyan los quieren, lo único que quieren es que se maten unos a otros (alguien que debilite al enemigo siempre es bienvenido), pero que no se les ocurra venir. En todo caso, los desplazamientos en masa de desesperados son imposibles de detener, por eso están casi todos en una distancia muy cortita de donde les echaron.

Tirios y troyanos 1

Explicaciones varias sobre problemas mundanos. 1ª parte:


Evidentemente, siempre hay un “detrás de” y a propósito de la bronca que se está montando en esa zona, Peleoncillo, te comento el origen del problema.

Los Tirios vivían en un mundo absolutamente caótico, en la tierra “prometida a otros”. Los troyanos acababan de salir de uno más de los varios trompazos que la historia les ha propinado (¿por qué será?), y tras acumular razones mas o menos justificadas y poder económico, consiguieron que la ONU les “otorgase” esas tierras, me suena que 1948. (puede que fuera en los acuerdos de Yalta...)

Durante un tiempo, llegaron en masa, se organizaron, y crearon el estado de Troya, o al menos, el núcleo de él. Crearon las organizaciones políticas, y durante casi 30 años, los tirios fueron unos ciudadanos más, con cierta segregación, pero con los mismos derechos, la mismas leyes, la misma justicia... bueno, lo mismo no, pero casi. No había discriminación legal, aunque sí ciertas prohibiciones muy concretas. Se convirtieron, por mérito propio, a pesar de ingentes esfuerzos de integración, en el sector cutre de la sociedad. Sin embargo, por los motivos que sean, los tirios dijeron NO, a pesar de vivir en un mundo que ni por el forro habían soñado tan sólo una generación antes, y presentaron batalla, primero desde dentro, y al final, como sabéis ahora, desde fuera. Y es, creo, la 5 ó 6ª vez. Y tristemente, si nadie le pone remedio, vosotros seguiréis rumiando el problema dentro de muchos años.

miércoles, 13 de septiembre de 2006

Ensayos varios

Listado de ensayos. El que lo quiera se lo paso, pero allá él con lo que lea.
- medicina psicosomática: influencia de la psique en la enfermedad. 10 pg, evolución histórica.
- palabras: buenas y malas, con amor y sin amor: 3pag
- pienso, luego no existo: ensayo de ciencia-ficción (muy retorcido)
- cosas maravillosas: compendio de experiencias, libros... que recomiendo a los demás. (orientado un poco a odontología)
- Deepak Chopra: resumen de algunas cosas de su libro (cuerpos sin edad, mentes sin tiempo).
- Espacio-tiempo: disertaciones esotérico-científicas. (muy muy retorcido)
- Hellinguer: resumen mal hecho de sus teorías. (constelaciones familiares)
- adaptabilidad (Deepak Chopra)
- envejecimiento (Deepak Chopra)
- anatheóresis: (regresiones) resumen de mis impresiones, dinámica de una sesión y de la terapia completa, resumen del curso superior...
- libro de odontología: Tocho de 200 folios con detalladas explicaciones para el paciente sobre la odontología: muy pocos pacientes lo han soportado, pero para profesionales sanitarios y en especial auxiliares de los dentistas, de verdad que recomiendo su lectura. Nunca he puesto los dibujos, es lo que más echo en falta. Lleva escrito unos 15 años, puede estar algo desfasado. Contiene también consentimientos informados de todo.
- Amalgamas eléctricas: elucubraciones de por qué las amalgamas son malas.

lunes, 11 de septiembre de 2006

Más palabras

Buenas con amor: son las normales de todos los días, las que decimos, con un poco de entrenamiento, a nuestra familia, a los compañeros…pero que a veces con el tiempo, se pudren. Cuando pensamos que una situación no es tan favorable como nos merecemos, tendemos a pensar que los demás tienen la culpa, y tratamos de devolverles el daño. Las más graves, por supuesto, son aquellas que afectan a los muy próximos: cónyuge o pareja, padres-hijos, hermanos…
En nuestra relación con los demás, es muy importante que, de lo malo, devolvamos siempre un poquito menos, y de lo bueno, un poquito más (Bert Hellinguer). Si no nos esforzamos un poquito en mejorar, empeoraremos sin darnos cuenta; cuando salta la chispa, depende del “combustible” que hayamos acumulado, que se trate de un gran incendio o de una simple quemadura. La capacidad de perdonar hay que ejercitarla todos los días; duele un poquito, pero si se acumula, quitarse esa espina a veces es imposible.
“Malas” con amor": (entrecomilladas) con amor, es casi imposible decir palabras malas, aunque cierto es que la verdad, duele casi siempre. Son las palabras que los padres, los educadores, los amigos de verdad, dicen.
En primer lugar, hay que pensar que a ellos les duele también. No buscamos los conflictos, no queremos discutir. Para el que ama, es más cómodo que la persona que yerra siga su camino, cuesta abajo, ya frenará, con los frenos o con la crisma. Sin embargo, un sentimiento interior nos empuja a corregir, a enseñar, crecer emocionalmente y ayudar a crecer a nuestros semejantes.
En ocasiones puede caerse en el cinismo: decir la verdad sin importar las consecuencias. En este caso, el cínico no busca realmente el daño ajeno, pero sí el beneficio propio, “tranquilizar su conciencia”. Las mentiras piadosas son incluso buenas, aunque claro está, es terreno resbaladizo.

Palabras

Buenas sin amor: son las que habitualmente escuchamos o decimos a la cara. Nos dicen lo guapos que somos, lo bien que hacemos las cosas… También son clásicas las de la publicidad (”¡Compre…! ¡Beba…! Consuma…….!”) Generalmente es fácil defenderse, tan sólo hay que poner un poco de atención en lo que se escucha.
En ocasiones, estamos especialmente predispuestos a escucharlas. Lo más habitual son los políticos, los líderes de opinión interesada, los que atizan fanatismos (religiosos, nacionalismos) y sobre todo, el racismo. Es fácil decir que todos somos iguales, hasta que nos vienen a fastidiar los inmigrantes…

Malas sin amor: son las que decimos todos los días, pero a la espalda: Lo gorda que está fulana, lo estúpido que es este individuo, lo mal que trabajan los demás, alguien que nos niega un derecho…. Somos muy propensos a criticar a los demás. Aristótoles dijo que, lo más fácil del mundo es hablar mal de los demás, y lo más difícil, conocerse a uno mismo. No ha cambiado mucho desde entonces.
No ya sin amor, sino con odio, es aquel que viene a decirnos palabras deliberadas de alguien cercano, y sobre todo, cuando se nos critica a nosotros mismos. “El otro día me dijo zutano que eras un desastre…” Tendemos a escucharlas, tocan nuestro ego, hay que estar bien preparado para no aceptarlas.
 
Buenas con amor: son las normales de todos los días, las que decimos, con un poco de entrenamiento, a nuestra familia, a los compañeros…pero que a veces con el tiempo, se pudren. Cuando pensamos que una situación no es tan favorable como nos merecemos, tendemos a pensar que los demás tienen la culpa, y tratamos de devolverles el daño. Las más graves, por supuesto, son aquellas que afectan a los muy próximos: cónyuge o pareja, padres-hijos, hermanos…
En nuestra relación con los demás, es muy importante que, de lo malo, devolvamos siempre un poquito menos, y de lo bueno, un poquito más (Bert Hellinguer). Si no nos esforzamos un poquito en mejorar, empeoraremos sin darnos cuenta; cuando salta la chispa, depende del “combustible” que hayamos acumulado, que se trate de un gran incendio o de una simple quemadura. La capacidad de perdonar hay que ejercitarla todos los días; duele un poquito, pero si se acumula, quitarse esa espina a veces es imposible.

“Malas” con amor": (entrecomilladas) con amor, es casi imposible decir palabras malas, aunque cierto es que la verdad, duele casi siempre. Son las palabras que los padres, los educadores, los amigos de verdad, dicen.
En primer lugar, hay que pensar que a ellos les duele también. No buscamos los conflictos, no queremos discutir. Para el que ama, es más cómodo que la persona que yerra siga su camino, cuesta abajo, ya frenará, con los frenos o con la crisma. Sin embargo, un sentimiento interior nos empuja a corregir, a enseñar, crecer emocionalmente y ayudar a crecer a nuestros semejantes.
En ocasiones puede caerse en el cinismo: decir la verdad sin importar las consecuencias. En este caso, el cínico no busca realmente el daño ajeno, pero sí el beneficio propio, “tranquilizar su conciencia”. Las mentiras piadosas son incluso buenas, aunque claro está, es terreno resbaladizo.

sábado, 9 de septiembre de 2006

Imagen



Voy a insertar una imagen para probar. No te acostarás sin saber una cosa más.
Ahora sólo me falta añadir enlaces, me imagino que será parecido.
¡Creíais, hijos, que vuestro crimen quedaría impune: He ahí el escarnio y desvergüenza públicos!.

viernes, 8 de septiembre de 2006

tirios, troyanos y otros escritos

He escrito un largo tratado sobre las desavenencias culturales-raciales en oriente medio, pero no lo ha publicado, puede que fuese demasiado largo, ya lo sé para otra vez, no sé el límite de las entradas, debería haberme leído el contrato al abrir el blog, seguramente ahí lo pone. Se titula Tirios y troyanos. El que lo quiera, me lo pida.
Tengo multitud de ensayos, escritos... Mis hijos se los han tragado casi todos, con mejor o peor provecho. Próximamente publicaré la lista para el que solicite alguno.
También escribo ensayos de encargo sobre cualquier cuestión de moral, religión, geopolítica, usos y costumbres cotidianas... ¡pedid, público...! y se os contentará. (Sobre mujeres no, todavía estoy en periodo de formación).
Un abrazo a todos.

jueves, 7 de septiembre de 2006

unos y otros

Borja ha escrito una entrada sobre la campaña electoral Usadiana. Muy propia. Ramón relató la votación en sí, aquella en la que nuestro queridísimo Bus ganó por escaso y muy discutible margen.
Me remito tambien al comentario sobre Tirios y Troyanos, que transcribiré a continuación. Era la explicación de porqué hay tanta enemistad entre los judíos y los palestinos, a propósito del viaje de Sergio por esas tierras.

miércoles, 6 de septiembre de 2006

somos

Somos lo que quisimos. Seremos lo que queramos.
Hay dos cosas en el universo. Yo y todo lo demás. Y lo que ves cuando me miras no soy yo.
Tampoco estoy seguro que existan cosas diferentes. Nuestro concepto de Dios es muy ambiguo, pero si existe Dios, no puede existir nada, material o inmaterial que no sea Dios (panteismo). Por tanto, la existencia fuera de Dios implica que no es como creíamos.
A propósito de cosas divinas. La biblia, el corán, la toráh... Lo mejor que podríamos hacer es dejarlos a un lado y volver a empezar.
El diálogo interreligioso se impone, y afortunadamente, impuesto por las bases. Por todas partes surgen iniciativas, no tardaremos mucho, puede que meses, en observar resultados esperanzadores.

sábado, 2 de septiembre de 2006

Second one

Somos lo que hemos sido.
La materia no existe; es tan sólo una forma especial de energía.

viernes, 1 de septiembre de 2006

Holerras

Pues aquí estoy, probando cosas de la cibernética. Espero ser famoso pronto, y que me paguen fortunas para anunciar maravillosos productos de consumo que nos proporcionan la felicidad.
Más tonterías en próximos capítulos.