sábado, 31 de mayo de 2008
3puntos.es
a) La crisis: (Manuel Rapún, profesor de Economía de la UPNA)
- no hay crisis, tan sólo, por el momento, desaceleración, aunque no ha tocado fondo y posiblemente se agravará a corto plazo.
- nuestra economía está basada en el gasto y en el consumo, no en la inversión. Las inversiones suponen estructuras productivas, el gasto vá directamente a la basura, económicamente hablando. Y el consumo es fundamentalmente de bienes superfluos, a los que la gente renuncia fácilmente.
- la crisis en realidad es de confianza, con importantes turbulencias mundiales. La restricción de créditos, especialmente al sector de la construcción, que sí está pasando por una crisis real, imposibilita el buen funcionamiento empresarial. El alza de los tipos afectará fundamentalmente a quienes arriesgaron demasiado y adquirieron préstamos al límite de su capacidad financiera.
- los precios de la energía y de los bienes básicos (cereales) originan inflacción en cascada.
b) El agua: (Antonio Fernández, geógrafo, vicerrector de la UNED)
- Existe una muy irregular distribución de los recursos hídricos, y las regiones secas han requerido ingentes cantidades de agua. Se considera que todas las regiones tienen "derecho" a disponer de ella, independiemente de su realidad medioambiental.
- No ha habido una política realista de gestión. Se establecen criterios de máximos, es decir, se trabaja con la máxima disponibilidad, en vez de promocionar el ahorro y la prudencia.
- Tampoco hay una gestión adecuada. La sobreexplotación de acuíferos (extracciones y vertidos) puede ocasionar una catástrofe en poco tiempo en algunas zonas.
c) El encarecimiento de los alimentos: (Germán Rojas, delegado de la FAO en España)
- Ha habido realmente una disminución de la producción mundial por sequías (Australia, Rusia Ucrania). El cambio climático también ha propiciado desastres naturales en Centroamérica y Asia.
- Economías emergentes como India y China han cambiado sus dietas, aumentando el consumo de carne. El consumo de cereales para la producción de carne es entre 8 y 30 veces menos eficiente en calorías que consumir los humanos directamente dichos cereales.
- Un gran número de países pobres han disminuido su producción debido a la competencia desleal, dumping, de los países ricos. Además han impedido que los pequeños productores no puedan invertir en sistemas productivos, y provocado el abandono de tierras de cultivo.
- el aumento del precio del petróleo y fertilizantes ha estrangulado economías débiles. Una parte de los cereales además se destina a la producción de carburantes.
Temas de números anteriores (no me he leído) Mayo: Cómo funciona la bolsa. El tíbet. El desarrollo sostenible; Abril: Salud y estilo de vida. Euribor. Cambio climático.
miércoles, 28 de mayo de 2008
Murió viviendo
lunes, 26 de mayo de 2008
Humanos/máquinas
Observemos a nuestro alrededor: los móviles parecen máquinas pensadas para dedos liliputienses, nadie logra leer un artículo entero en una pantalla de ordenador sin dolor de cabeza y si sumamos los iconos que tenemos que recordar para entender las pantallas que nos rodean llegaremos al número de ideogramas del chino antiguo. Las máquinas heredan los diseños de máquinas anteriores de las que evolucionaron: el volante, pedales y palanca de cambios del automóvil recuerda aún el carro con motor que fue en su origen; el teclado qwerty, diseñado para ralentizar las máquinas Remington del siglo XIX, sigue siendo el periférico esencial de comunicación con la CPU. En muchos blogs de usabilidad encontrará muchos más ejemplos y referencias (he aquí dos interesantes: www.galinus.com/noloentiendo y www.webstudio.c//blog).
Canbiemos el modo de diseño y convirtamos las máquinas en seres sociales. Las filosofías de diseño centrado en el usuario y diseño centrado en la actividad (mira la web de Donald Norman: www.jnd.org) están intentando este cambio de mentalidad, pero aún no es suficiente. Necesitamos pensar de otra manera las máquinas.
El diseño debería: 1. Esconder todas las funciones y mecanismos que el usuario lego no necesita. 2. Permitirle ver sólo las acciones relevantes. 3 Las operaciones deberían ser comprensibles para el menos experto, y 4. Las formas y tamaños deberían adaptarse a la fisiología como prolongaciones del cuerpo.
Estas reglas resumen la usabilidad de los aparatos, pero no bastan, la revolución debe ser más profunda. Hay que diseñar máquinas que se anticipen al usuario, que incorporen el conocimiento experto que no tiene. Por ello deberían: 1. Saber lo que el usuario quiere hacer. 2. Hacerse cargo de su falta de conocimiento y 3 Protegerse frente al error humano y seguir funcionando a pesar de una tecla equivocada, un giro a destiempo o un frenazo inadecuado.
En resumen: deben anticiparse a lo que el usuario quiere hacer más que a lo que realmente hace o sabe hacer con la máquina. Deben interpretar al usuario, entenderle, más que exigir de él que entienda a la máquina. Deben interactuar con nosotros como si estuvieran conversando: aprendiendo de los malentendidos y sobreentendidos. No nos hemos dado cuenta, pero las máquinas que nos rodean han dejado de ser herramientas y comienzan a ser algo más parecido a seres de compañía. Los ingenieros deberían a aprender de cómo los humanos nos entendemos los unos a los otros e incorporar ese conocimiento en las máquinas; adquirir, pues, conocimiento social y no solamente conocimiento técnico. Así lograrán diseños realmente inteligentes.
domingo, 25 de mayo de 2008
Gangas, chollos, ofertas...
Bueno, a lo que iba. A pesar de lo barato de la revista (creo que era el lanzamiento promocional, era por eso) encontré un par de artículos dignos de mi (los de Bilbao nacemos donde nos sale de los bemoles, claro) que dejo en la entrada siguiente.
Ya se que foto poner sobre equidad
Me paso mi hijo el otro dia la de "Memorial Church", que es una iglesia construida por la fundadora de la universidad de Stanford en memoria de su marido y del hijo que se les murio con 15 años (y luego nos quejamos) y que aunque veo que tiene simbologia cristiana, esta disponible para todas las religiones, y ademas parece que se usa mucho...
(en este ordenador no tengo tildes, siento ortografia)
Equidad (no se qué foto poner)
No sé en qué cromosoma lo llevamos, pero forma parte de nuestra naturaleza racional (que no de la animal). Tenemos un sentido de la justicia, del reparto equitativo de los bienes, muy desarrollado. Incluso el feudalismo, con todo lo salvaje que nos lo pintan, incluso la condición de esclavitud, tenía sus normas, que normalmente se cumplían, aunque claro está que existían los abusos.
La existencia de una situación injusta, en cualquiera de sus formas sociales, aunque sea falsamente percibida, es un revulsivo tremendo. No existe nada más revolucionario (después del hambre) que la injusticia; mueve pueblos enteros, crea mitos, leyendas… Tristemente, los fenómenos terroristas que estamos viviendo hoy día son prácticamente todos basados en situaciones real o ficticiamente injustas, incluso los piratas modernos en gran medida se justifican a sí mismos (y tienen toda la razón del mundo) en la diferencia de renta, que es cientos de veces mayor en nuestro mundo que en el de ellos.
Ya hace mucho que sesudos eruditos sociales dicen, y en los países nórdicos consiguió casi realizarse, que el trabajador más humilde de una empresa debería ganar alrededor de seis veces menos (la teoría dice creo que tres) que el jefe máximo, y que debía realizarse un esfuerzo a favor de la discriminación positiva de los desfavorecidos (lo que conlleva, penalización de los agraciados, que se lleva peor).
En todo caso, situaciones que afectan al 1 ó 2% de la población no me sirven para enarbolarlos como ejemplo y destruirme mis maravillosos esquemas sociológicos. La uniformidad totalitarista es incluso mala, necesitamos el mal, la maldad, para poder sostener adecuadamente el bien y mantener engrasadas las armas para defenderlo. Si no intentamos mejorar todos los días, empeoraremos seguro, y si no tenemos enemigos a la vista, nos amodorramos.
Ya nos lo decían de pequeñitos: Los enemigos del alma son tres: el mundo, el demonio y la carne.
El mundo es tan amigo como enemigo. El día que haya otro, ya veremos. Como sigamos estropeándolo, pronto no tendremos ni éste.
El demonio somos nosotros, en nosotros reside tanto el bien como el mal, dios (qué mal suena en minúscula, ¿verdad?) y el diablo. No sé si existe el libre albeldrío, yo diría que sí. En tu mente está la respuesta.
La carne: Yo lo iría reduciendo de categoría, lo despenalizaría moralmente, por no decir que no es ya ni pecado, sino una norma social a respetar, aunque evidentemente muy importante y con una gran potencia emocional. No hay que jugar con ello, aunque esta recomendación es más importante para la generación nacida antes de la democracia; desde hace unos 15 ó 20 años, poco a poco pierde importancia; para bien o para mal, ya se verá.
viernes, 23 de mayo de 2008
El príncipe de las mareas
Película: Príncipe de las mareas: leeeeenta, melodramáááááticaaa, de las que les gustan a las señoras, con personajes sufriendo por sus traumas interiores, con un misterio emocional, trágico, familiar insondable que al final se desvela… y final feliz, of course. Nick Nolte & Barbara Streissand.
En fin: por no cansar: la película empieza con un larguísimo plano de un paisaje sobre un pantano, con una puesta de sol maravillosa, pasando por todos los colores, con música de violines, flautas y demás, y cuando la gente (los tíos mayormente) ya nos preguntamos a qué viene esto, una voz en off dice lentamente: ¡Cómo envidio a las personas, cuya máxima preocupación, es el tiempo que va a hacer al día siguiente!.
Pues eso. Lo malo es que, encima, somos nosotros los que nos lo buscamos.
jueves, 22 de mayo de 2008
Vidas paralelas
PD:Sí, con tres entradas en un día, podríamos hablar de "impulso demoníaco".
lunes, 19 de mayo de 2008
Disruptores endocrinos
viernes, 16 de mayo de 2008
Singularidad
El conocimiento es el reconocimiento de la verdad que la naturaleza nos muestra (leído por ahí).
Los lectores preguntan a Eduardo Punset¿Llegaremos a leer la mente?(Ezequiel Hernández Massó. Correo electrónico)
Los economistas utilizan el vocablo ‘exponencialmente’ cuando la curva representativa de un proceso da un salto arriba o abajo que la aleja por completo de la tendencia a medio plazo. Miren lo que ocurre con las predicciones del cambio climático. Las personas callan ante las funestas perspectivas que anticipan los expertos, pero piensan que son unos falsos agoreros: «Cambios de esa intensidad se han producido ya en el pasado», piensan. «Pero nunca se habían producido tan aprisa –replican los convencidos del cambio inevitable–. Y, al contrario de lo que ocurría, parte de la culpa hoy la tienen los humanos, que no paran de envenenar la atmósfera.» Hay otro cambio exponencial anticipado del que no habla nadie y que, sin embargo, tendrá unas consecuencias tan generalizadas y de mayor impacto en la mente de las personas que el cambio climático. Pocos pero reconocidos expertos de gran prestigio internacional dan por seguro que en los próximos cuarenta años se producirá lo que ellos llaman «una singularidad».
¿Qué quieren decir con ello? Sencillamente, que la línea de tendencia que refleja el crecimiento de la capacidad innovadora de la especie humana se disparará hacia arriba hasta niveles insospechados. No sólo se trata de que cualquier ordenador de menos de mil euros tendrá mayor capacidad de memoria y gestión que miles de cerebros humanos juntos, sino, primordialmente, de que la evolución biológica se fusionará con la tecnología en una singularidad irreconocible. Mediante nanorrobots circulando por nuestra sangre llegaremos con una precisión nunca soñada a la fuente del mal. El envejecimiento tal y como lo conocemos será un hecho del pasado. Hasta ahora la mente de una persona, el software de la vida, dependía del hardware; cuando éste desaparecía, el contenido de la mente también. El conocimiento del funcionamiento del cerebro permitirá anticipar lo que piensan los demás y cuáles serán sus decisiones conductuales. Y descargar el software en otros soportes. Máquinas replicantes más inteligentes que los humanos: a pesar del pesimismo circunstancial que embarga a los especialistas en robótica, ¿alguien cuestiona que en diez años contaremos con robots en los hogares que habrán asumido todos los menesteres caseros? Conoceremos la naturaleza de las emociones y habremos aprendido a gestionarlas; cosas tan sencillas como distinguir entre la ansiedad, imprescindible para alertarnos de un desafío, y el pánico aterrador, que paraliza el crecimiento. ¿Alguien se acuerda o ha aprendido alguna vez que –al contrario del resto de los mamíferos– los humanos tenemos emociones mezcladas, podemos amar y odiar al mismo tiempo? La mosca del vinagre nos habrá revelado todos los secretos de la memoria, de los sueños y, por lo tanto, del aprendizaje necesario para transformar el mundo. Con eso bastará para que la vida individual y la organización de los colectivos humanos sean irreconocibles cuando se las compare a lo que son hoy. Bastará con que vayan aflorando las tendencias apuntadas.
Pero algunos expertos prevén que los avances enumerados sacudirán las conciencias de tal modo que, si somos capaces de superar los límites impuestos por la velocidad de la luz a la hora de explorar el universo, podremos desprendernos de los condicionantes biológicos y confiar plenamente en los tecnológicos. ¿Por qué desconfía la gente más de estos últimos que de los primeros? ¿Por qué millones de años de mutaciones aleatorias expresadas en el curso de la selección natural arrojarían resultados mejores que los diseñados por una mente, también natural, pero inteligente?
jueves, 15 de mayo de 2008
Aburrimiento
Parece que ando falta de ocurrencias últimamente. La política no me dice nada nuevo. Los terroristas de ETA andan cada vez más aislados, aunque desgraciadamente es muy fácil fabricar y colocar bombas. Los filósofos no han inventado nada nuevo (por decir algo, leí el otro día que uno opinaba sobre la religión: era un virus contagioso...) Los dentistas tampoco parece que vayan a pasar a la historia como gremio.
Sin embargo, un amigo cercano tiene un cáncer de pulmón, ha muerto mi tío Joaquín, y me encuentro en una encrucijada profesional (no sé ni porqué junto estos tres enunciados). Si no me muevo pronto, mi negocio corre el peligro de anquilosarse. Llevo tiempo buscando local, pero es complicado, supone un salto al vacío importante, hay que pensárselo mucho, pero hay que estar preparado, y cuando se vea la ola, tirarse, no hay otra forma de hacerlo. Esta mañana leía también a Paulo Coelho, sobre su proceso creativo de escribir, caótico e incontrolable. Guste o no, es así y punto, no le sale de otra forma.
A veces parece que más que vivir, viajamos en un tren, por unas vías cuyas intersecciones alguien maneja por nosotros, viendo pasar alrededor la vida como los árboles por la ventanilla. Menos mal que, por lo menos dentro del tren podemos movernos y cambiarnos de asiento. Y saludar a los que pasan. Y tomarnos un bocata en cafetería. Y...