Cine versus cine y otras historias navideñas

Estas navidades he aprovechado para ir al cine en familia. No echaban "Jeromín" o "Marcelino pan y vino", pero de lo que se trata es de hacer algo improvisado en compañía, dada la dificultad de hacer y ejecutar planes sobre la marcha.
Y en esas, en general hay dos grandes escuelas: el cine americano, que con cualquier tema intrascendente te hacen una peli para pasar un rato, puro producto de consumo que dura lo que el chupachus, y el cine europeo, duro, profundo, amargo, que tiempo después aún aflora e impregna nuestros pensamientos.
También hablábamos en familia del auge de los evangelistas y declive nuestra anquilosada tradición católica, y con toda la razón, son tiempos perfectamente adaptados a sus formas y maneras, y además, me alegro de su éxito, se lo curran pero bien. Aunque por el momento tenemos contrato de permanencia con los Reyes Magos, ya estoy mirando otras ofertas.
Por cierto, en la Cabalgata de Estella, patrocinamos los dentistas una carroza de Ratoncito Pérez, repartiendo cepillos, pegatas, pastas de dientes, caramelos sin azúcar... Yo iré de Pluto o de Tuno con guitarrico cantando villancicos, aún no se han cubierto todas las vacantes, veremos los destinos en cuanto publiquemos las listas.

Los de wikiliks más vale que ese día no saquen nada, les eclipsaremos.