No lo he leído completo, pero se basa en eso. Salvo en nuestra patria, caso especial en la que el peso de la sanidad está por el momento controlada por funcionarios, los criterios de gestión se imponen, con las consecuencias consecuentes: si algo no es rentable, pues se cierra el garito, aunque duela.
No es nada nuevo, yo llevo sólamente 28 años practicándolo, es cuestión de acostumbrarse.
Sin embargo, volviendo al artículo, pues el que le apetezca que se lo repase, pero es un lamento al viento.
Tiene mal remedio, ya lo sé.
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