jueves, 11 de septiembre de 2008

Política y confianza

Estos días asistimos a uno de esos baños dialécticos que se supone nos tienen que interesar por parte de los Padres de la Patria. Y como de costumbre, nos desayunan a diario con banalidades.
Zapatero es uno de esos insulsos, no niego que tenga sus dotes, como todos, pero no es un estadista ni tiene proyección de futuro alguna, sino que va capeando el temporal conforme le sopla el aire, soltando tonterías por ahí a ver lo que dicen y haciendo populismo, y luego, en consecuencia, hacer o deshacer según el share o réditos. Tampoco creas que en general tiene rivales, hasta ahora, tampoco Rajoy me ha demostrado nada tampoco. Otra cuestión es que los genios en general conviene alejarlos de los puestos técnicos, están mejor el posición directiva que de la gestión directa, tienen buenos esquemas de base, pero poco adaptados a la mecánica diaria.
El sistema anglosajón, que tan buenos rendimientos les ha proporcionado desde hace siglos, se basa en una estructura piramidal jerárquica muy bien definida, y en la punta de arriba de todo, hay un señor muy bien pagado, respetado y considerado, cuya misión por ejemplo, en un consejo de una empresa, es dar una o dos consignas al principio, escuchar mucho, y al final emitir una o dos órdenes muy claras y precisas. Su trabajo es pensar y decidir, y se le respeta por ello.
Laspersonas inteligentes, válidas, con ideas creativas se apartan de la política. Como le decía a un amigo hace unos días; En tiempos, la clase médica estaba bien considerada, razonablemente respetada y pagada, lo cual, inevitablemente, daba pié a que un pequeño porcentaje de miembros de ese colectivo, al amparo de su pseudoinmunidad, se dediquen a barrer descaradamente para su beneficio. Uséase: se forran, a costa de la enfermedad ajena. Y la mala imagen que provocan, perjudica a todos. Cuando nos crecen los enemigos, ponen a esta gente delante y las hordas del populacho arremeten con leyes "políticamente correctas" pero muy dudosamente justas para la mayoría.
Reinevitablemente, no tiene remedio. Un alto porcentaje de individuos, y tristemente casi siempre los más honrados, bienintencionados, se ganan dignamente la vida, mientras que aquellos que rayan la picaresca e incluso delincuencia, con buenos abogados, y con una almohada bastante más blanda que su conciencia, van imponiendo sus leyes de mercado, y poco a poco todo es made in China, contratos temporales, y Todo por la Pasta que se dice. Y somos tan tontos, o listos, que les hacemos el juego.

Y en dentistas lo mismo, pero afortunadamente, en cosas tan delicadas la confianza pesa mucho, y yo hace tiempo que lo estoy disfrutando.

No hay comentarios: