Parece que lo de la crisis va en serio. En Navarra aún no nos hemos enterado, puesto que al parecer la VW exporta coches a todo trapo a los mercados emergentes (hasta que aprendan a hacerlo solitos) el sector agroalimentario es básico, osea, que la gente no deja de comer, y manteníamos reservas de las que ir tirando. Y en mi sector, aquellos que han basado su mercado en productos superficiales (estética) con bajos márgenes y alta producción también tienen un importante descenso de facturación, pero el resto andamos sin problemas.
Sin embargo, en algunos sectores-locomotora, especialmente en la construcción, la cosa está en suspenso bajo y empeorando. Y además, los bancos han perdido liquidez (osea, que no tienen pasta) aunque siguen ganando mucho, pero han colgado el cartel de "hoy no se fía, mañana sí". Y los sectores no primarios pues también se tambalean, fundamentalmente el consumo y también bajando.
Cuando los bolcheviques se quejan de que las grandes empresas o los bancos tienen grandes beneficios, pues sí. Y más vale. Y si es el caso, que compren acciones de ese banco o empresa, que en esa magnitud casi no existen privadas. Ayer mismo estábamos hablando en el ateneo casero (un grupete de vecinos en la terraza del bar de D. Manolo) sobre santos, dinero, religión.... Todo, TODO, se hace con dinero. Si conseguimos descender a estratos absolutamente básicos, como lo hicieron la Madre Teresa, los místicos españoles, los santones hindúes o budistas... pues es posible en gran medida desligarse de él, pero por muy santa que sea (el calificativo de "santo/a" admite muchas interpretaciones, claro) seguro que hasta Santa Teresa de Jesús le hizo alguna japutada gorda a alguno; eso sí, en nombre de Dios.
Y todo lo que se hace con dinero, todo lo material, tiene lado bueno y lado malo. El insigne Monseñor, de extensa memoria en Pamplona, conocido como el BAVEC (beato de alta velocidad de canonización) considerado santo por un amplio sector, creó una cosa aparentemente buena (no para todos, claro) con buenas artes, como casi todos, y seguro que con alguna mala, como todos. Lo comparo a la película de "el balneario de Battle Creek" que relata la vida y obra del fundador de la compañía Kellogs (si, la de los cereales) y que en uno de sus alegatos, tras las acusaciones de que engañaba a mucha gente, la tenía a su servicio o al de su empresa, entregados en cuerpo y alma, respondía que podía ser cierto, pero que la gente necesita un motivo para vivir, un ideal inmaterial, pensar que la vida es bonita, que hacen algo por alguien, amar y sentirse amados (el Jefe, por supuesto, les amaba profundamente) que contribuyen a una buena causa, que podían abandonar la empresa cuando querían, y que además eran muy felices así.
No se necesita mucho más.
Sin embargo, en algunos sectores-locomotora, especialmente en la construcción, la cosa está en suspenso bajo y empeorando. Y además, los bancos han perdido liquidez (osea, que no tienen pasta) aunque siguen ganando mucho, pero han colgado el cartel de "hoy no se fía, mañana sí". Y los sectores no primarios pues también se tambalean, fundamentalmente el consumo y también bajando.
Cuando los bolcheviques se quejan de que las grandes empresas o los bancos tienen grandes beneficios, pues sí. Y más vale. Y si es el caso, que compren acciones de ese banco o empresa, que en esa magnitud casi no existen privadas. Ayer mismo estábamos hablando en el ateneo casero (un grupete de vecinos en la terraza del bar de D. Manolo) sobre santos, dinero, religión.... Todo, TODO, se hace con dinero. Si conseguimos descender a estratos absolutamente básicos, como lo hicieron la Madre Teresa, los místicos españoles, los santones hindúes o budistas... pues es posible en gran medida desligarse de él, pero por muy santa que sea (el calificativo de "santo/a" admite muchas interpretaciones, claro) seguro que hasta Santa Teresa de Jesús le hizo alguna japutada gorda a alguno; eso sí, en nombre de Dios.
Y todo lo que se hace con dinero, todo lo material, tiene lado bueno y lado malo. El insigne Monseñor, de extensa memoria en Pamplona, conocido como el BAVEC (beato de alta velocidad de canonización) considerado santo por un amplio sector, creó una cosa aparentemente buena (no para todos, claro) con buenas artes, como casi todos, y seguro que con alguna mala, como todos. Lo comparo a la película de "el balneario de Battle Creek" que relata la vida y obra del fundador de la compañía Kellogs (si, la de los cereales) y que en uno de sus alegatos, tras las acusaciones de que engañaba a mucha gente, la tenía a su servicio o al de su empresa, entregados en cuerpo y alma, respondía que podía ser cierto, pero que la gente necesita un motivo para vivir, un ideal inmaterial, pensar que la vida es bonita, que hacen algo por alguien, amar y sentirse amados (el Jefe, por supuesto, les amaba profundamente) que contribuyen a una buena causa, que podían abandonar la empresa cuando querían, y que además eran muy felices así.
No se necesita mucho más.