Siempre les he dicho a mis vástagos, a la hora de conducir, un par de consejos que les pueden ahorrar muchos disgustos. Los inmortalizo en esta entrada:
a) cuando arranques de un semáforo, mira siempre si alguien se lo salta. El infractor choca de frente, para lo cual el coche está muy bien preparado, es muy raro que le pase nada. Sin embargo, el confiado que recibe la castaña, sufre un brutal impacto lateral, con muy poca capacidad de absorción por parte del habitáculo, ni siquiera el airbag lateral puede reducir mucho el trauma. Aun a muy baja velocidad, se recibe un trauma grave, a velocidades medias suele matar o incapacitar de por vida, sobre todo porque nos impacta precisamente por el lado del conductor.
Cuando te incorporas a una vía, y te despistas, pues lo mismo, pero aquí tienes la culpa tú.
b) cuando circules detrás de un coche, y observes que se dispone a efectuar una maniobra (girar, aparcar, apartarse de la calzada) a veces "calculamos" esa maniobra y nos aproximamos pensando que, al llegar a su altura, la vía estará despejada. Sin embargo, el coche de delante, por cualquier causa, a veces no realiza dicha maniobra, incluso de forma brusca (se ha confundido de calle, pasa un peatón, hay una piedra en el arcén, suena el móvil...) y se queda a baja velocidad en nuestro trayecto, por lo que no nos da tiempo a frenar, o el coche de detrás se nos empotra por el frenazo. Conviene tener siempre presente que no siempre el coche de delante se aparta. Se sufre un percance menor, pero es muy fácil evitarlo, basta con calcular que no se apartará cuando lleguemos a su altura.
Éstas y otras conductas hay que incorporarlas en "higiene conductual", sirve de poco hacerlas cuando uno se acuerda. La carretera es a lo único que le he tenido yo miedo siempre, por la inutilidad de tanto sufrimiento. Ya lo decían los epidemiólogos, que las tres causas más mórbidas eran las tres "C": cáncer, coche, circulación sanguínea (tromboembolias y hemorragias). Y esas tres, ya os podeis imaginar cuál es la más estúpida.
Más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto.
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