lunes, 9 de octubre de 2006

Vil Metal

El dinero es el excremento del Diablo, dicen. A propósito de "pelotazos" versión española del "sueño americano", aconsejo a todos mis lectores que procuren ganar con holgura la vida, pero no pensar a diario en hacerse enormemente ricos. Todos los estudios afirman rotundamente que por encima de determinados mínimos, el dinero influye poco en la felicidad. Los márgenes son aproximadamente entre la mitad y cuatro veces más del salario medio. Por encima y por debajo, los índices de infelicidad se disparan. No hay nada gratis, los sacrificios de tener dinero no siempre compensan. También os asombraría enormemente, pero a todas aquellas familias que les toca un pelotazo gordo procedente de apuestas, loterías... en un plazo muy corto, uno o dos años, son casi siempre tremendamente infelices, son incapaces de asimilarlo.
El ser humano está muy marcado por el sentido de la equidad. Nuestras relaciones con nuestros semejantes deben ser equilibradas, pero de lo bueno, conviene devolver un poquito más, y de lo malo un poquito menos ( Bert Hellinguer, Constelaciones Familiares, Felicidad Dual). Es importantísimo que en toda nuestra vida afectiva, laboral, social, familiar... todos aquellos que sea posible queden contentos con nuestra relación, con nuestros servicios laborales, con las atenciones que les prestamos... (a todos es imposible, claro) o con los pagos que les hacemos, hemos de ser generosos, no ratear el dinero, nos convierte en mezquinos.
En fin, conviene leer esto de vez en cuando, hasta a mí se me olvida a veces...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En mi última novela hago una referencia muy similar a esto mismo que cuentas aquí... aunque desde una perspectiva diferente: no sólo el dinero no trae la felicidad, sino que su desaparición no tiene por qué traer la infelicidad...

PL dijo...

Veo que has tenido comentarios de algún desconocido... aunque se pasa de modesto. No pone ni su nombre ni el de su novela.