El Tao Te King, Tao, el libro del camino... de la virtud... es el primer libro religioso del mundo, basado en una lógica razonable. Las religiones anteriores (sumeria, acadia, egipcia y otras tantas) no han sido en ningún caso capaces de ser catalogadas como tal. Su autor o recopilador, Lao Tsé, vivió en una época especialmente fecunda, aproximadamente sobre el 600 A. C. coincidiendo con Zaratustra, Sidharta Sócrates... cada uno de los cuales fundó o impregnó ideológicamente una cultura. Al ser tan etéreo, muy poco después tuvo que surgir Confucio, (coexistieron al parecer e incluso llegaron a encontrarse) quien trasladó al sentir de la calle sus enseñanzas, al igual que Sócrates vivía tan apartado del mundo (fué ejecutado con cicuta, por "terrorista ideológico") y tuvo que ser Platón primero y Aristóteles después quienes dieron forma material a su doctrina. Lo que conocemos como "presocráticos" siempre ha sido una veta que me hubiera gustado estudiar, a pesar del escaso material existente.
El Tao está escrito en lenguaje críptico, confuso, y seguro que ha sufrido innumerables correcciones, como todos los escritos de trasmisión fundamentalmente oral (¡Anda!. Que nos vamos a creer que Jesús dijo e hizo exactamente lo que nos han contado... os recomiendo el libro "Carta de Jesús al Papa", de Fernando Sánchez-Dragó). Sin embargo, hay que reconocer la profundidad de su lenguaje filosófico y religioso, deduciendo la existencia de un ser creador, de que este mundo no es el único, y de la trascendencia de la existencia, así como la moral natural, y la condición humana común (independientemente de que uno sea emperador y otro siervo). Sin embargo, fué Zaratustra o Zoroastro quien sentó las bases del monoteísmo que luego derivó en el Judaismo, que a su vez fué el origen del Cristianismo y el Islam.
Todos los libros religiosos han sufrido, para bien y para mal, correcciones importantes. Si tengo que ceñirme a la Biblia, que es el que conozco, mal que nos pese, durante siglos, una parte muy importante de los mejores pensadores y filósofos se han dedicado a departir sobre ella, por lo que pienso que la doctrina cristiana (de las cuales hay muchas: católica, copta, protestante... y otras menores como los jansenistas, o extinguidas, como los cátaros) es bastante buena. Sin embargo, tengo que romper una lanza en favor de la filosofía tibetana. Hay historiadores que afirman que precisamente en esa época (VI a V a. d. C.) reunieron precisamente a lo mejorcito del momento (Lao Tsé, Zaratustra...) y recopilaron el pensamiento religioso, manteniéndose casi intacto desde entonces.
¿Por qué? ¿Por qué? es una pregunta que nos empezamos a hacer desde bien pequeñitos, y no paramos ya nunca. Nunca habrá una respuesta definitiva. Lo malo es tomar la que toque en ese momento como absoluta, de eso todos hemos pecado. Si volviese a nacer, seguramente repetiría los mismos errores pero un poco más deprisa (no es mía, la frase, claro).
El pecado, la culpa, el mal... Según el Tao, es imposible definir algo sin crear instantáneamente lo contrario. El mal existe precisamente porque existe el bien, de la misma manera que alto existe precisamente porque existe bajo.
Y el final existe precisamente porque existe el principio. Hasta la próxima.
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