martes, 31 de octubre de 2006

periféricos humanos


He incorprado un pen drive a mi llavero (he ocultado la marca, pero negociaría un acuerdo publicitario con alguna). Fuí una de las primeras personas con móvil, por motivos profesionales, y este camino no tiene fin. Ya existen intentos serios de interfaces cerebrales, tanto para uso médico como militar, y junto con la genética molecular nos han de dar grandes alegrías en un futuro próximo: soldados clónicos, trabajadores genéticamente adaptados a una linea específica de producción, incluso posiblemente, cerebros humanos o animales utilizados como procesadores de cálculo, o como piezas ensambladas a una máquina... La imaginación se quedará corta al lado de lo que se inventará.
Por lo menos, seguiremos discutiendo de mujeres, y política, que junto con la religión es lo único prohibido en las conversaciones entre radioaficionados. Por el momento de fútbol no han dicho nada.

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