domingo, 3 de febrero de 2008

Puñetera política


En cuanto la gente nos ponemos a hablar de política, tenemos que hacer esfuerzos para no discutir. Hay muchos que pasan, pero es una postura innoble; nos guste o no, podemos escaquearnos de los conflictos de África, de la boda del Sarkozy o de las primarias de eeuu. Pero aquí, nos guste o no, tiene tanta influencia en nuestra vida diaria, de las decisiones que toman nuestros próceres, que hay que participar, mal que nos pese.
Otra catástrofe colateral: siempre escucho la radio por las mañanas, mientras me aseo en el baño. Pues, tristemente, durante la campaña, a duras penas duro unos minutos, y en cuanto empiezan los "espacios gratuitos cedidos..." pues apago y santaspascuas. Y lo que no son espacios gratuitos, como si lo seriesen.
También es cierto que es de las pocas veces que he tenido muy claro algo. En esta ocasión tengo muy claro que no votaré a Zapatero, y mira que Rajoy me gusta poco... Ambos tienen la culpa de haber convertido esto en un mercadeo miserable, y de haber alejado completamente la lógica y la ética, para llevar el debate exclusivamente al aspecto pecuniario. Todo se mide en dinero, ya lo sabíamos hace mucho, pero es que cada día estamos peor. También es cierto que otro de los motivos es la ley del matrimonio para los homosexuales, y la forma en que se hizo e impuso. Me parece genial que se les dote de reconocimiento, derechos, boda... pero disiento profundamente en algunos aspectos puntuales puntales, lo suficiente como para confesar que, desde entonces, se la tenía prometida. Otro de sus grandes fallos es la educación, y no sólo la polémica asignatura. Y lo siento porque, tal y como ha prometido Rajoy (a quien le deseo suerte y victoria holgada) deshará parte de lo hecho, y alguno lo sentirá.
Quiera Dios que los políticos no sean como se nos venden: estúpidos e imbéciles. Algo tendrán, digo yo. Y no aprendemos. Mejor dicho. Ninguno le ponemos remedio... Cuando pienso que el voto de los adictos a la telecaca es igual que el mío, me sublevo, pero en fin, son las reglas del juego.
Y tengo moderadas ilusiones por el candidato de la franquicia del pepé en Navarra, le tengo por persona válida y honesta, Santiago Cervera. A ver qué hace, hasta ahora ha ocupado puestos más técnicos que políticos.
Y, siiii, ya me lo séeeeeee. Hablar de política, y mojarse en ello, dá siempre pié a debates, comentarios, opiniones contrapuestas y a veces, discusiones. Las espero a pié firme.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos hombre no me falles peleón que los del pp solo juegan a ver quién es el más carca.
Si fuera para votar al alcalde de tu pueblo si sería útil que votarás a alguien en quien confías pero para diputado, solo vale la disciplina de partido y lo que manda el señorito se hace.

Se puede ser de derechas o de izquierdas pero nunca retrogrado.

Anónimo dijo...

Como era de esperar, se admiten comentarios de todos los colores. Es mi postura, y la defiendo. En cuanto a la disciplina de voto, son todos iguales, que nadie se llame a engaño, hay muy pocas diferencias reales entre partidos "profesionales", aquí y en París.

Ra y Mon dijo...

Peleon escribio:
También es cierto que otro de los motivos es la ley del matrimonio para los homosexuales, y la forma en que se hizo e impuso. Me parece genial que se les dote de reconocimiento, derechos, boda... pero disiento profundamente en algunos aspectos puntuales puntales, lo suficiente como para confesar que, desde entonces, se la tenía prometida.

¿Puedes explicar cuales son esos aspectos puntuales?

Yo llego a comprender algunas de las posturas del PP, porque en esta vida hay muchas cosas comprensibles. Pero la obsesion con la homosexualidad solo la puedo interpretar como inseguridad personal... ¿En que afecta a los heterosexuales el que los homosexuales puedan contraer matrimonio? Es que no lo entiendo vamos... Eso del ataque a la familia y demas. Yo, desde luego, no siento mi familia atacada porque dos personas que se quieren se casen.

Pele Ón dijo...

1: que digan que su matrimonio es exactamente igual que el mío. Es aberrante e insultante. Me quiero casar con mi perro(por no ser insultante no nombro otro animal) por los mismos argumentos que Zapatero esgrimió para hacerlo, no hay absolutamente ninguna diferencia.
2º: que tengan los mismos derechos que yo en todo todito, en especial a la hora de adopciones. Que uno individualmente adopte un niño me parece perfecto, pero que una pareja lo haga como pareja, me parece un insulto a la memoria milenaria.
3º: que obliguen por ley, bajo pena penal, a casarlos, si ocupas un puesto susceptible: alcalde, concejal... por el mero hecho de solicitarlo.
Todo lo demás, me parece perfecto. Y los homosexuales se merecen todo mi respeto, cariño y apoyo, y además, ciertos beneficios sociales, pero sin pasarse.
Espero más peticiones, pero no asumo todo el programa del PP, of course.