Como por ejemplo, la del Ministro de Sanidad, Bernat Soria, intentando poner orden en las tallas de los vestidos femeninos, o Sarkozy intentando arreglar algo que no tiene casi remedio, los ghetos de marginación de los barrios de inmigrantes de Francia, y en especial de las grandes urbes. Es una apuesta por la educación, guerra a los gandules, según lo llaman.
Estas medidas, si son falsas, merecen el castigo del desprecio, pero si son de verdad, son las que engrandecen a las personas, aunque no se consiga el objetivo pleno.
Y la política sigue polarizándose entre insultos y cainismos. A ver si dura poco. Quien pierda, deberá dar ejemplo de buen perder; honra más que ganar.
1 comentario:
Fuegos artificiales ¿Desde cuándo los franceses son iguales a los no-sí-mismos? ¿Desde cuándo el tallaje es ocupación principal del gobierno de una nación? Los franceses tienen miedo y nuestro gobierno tiene poca faena
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