
Hay que seguir bailando (fluyendo) que eso no nos lo pueden quitar. Que luego hay que rendir cuentas a la asesoría.
Celebremos pues, una fiesta pagana más (qué manera tan despectiva de desautorizar la espiritualidad pre-eclesiástica) incorporada a la Verdad, fuera de la cual, ya sabéis, no hay salvación posible (palabrita de cura preconciliar).
Nos queda siempre el último minuto para arrepentirnos, claro, sólo falta saber cuál es.
2 comentarios:
Le acompaño en el sentimiento, estimado Peleón, y -para no dejarlo para el último momento-comienzo a llorar por mi mismo.
Salu2
Gracias, Capi en la reserva. Si ha pecado mucho, no se olvide lo del crujir de dientes, desgrava bastante al final.
Seguiremos a profundidad de periscopio hasta mañana, que emergeremos en el curro.
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