Espero que este nos dure, y el siguiente también dé la talla. No es difícil tampoco; la receta: lo de siempre: no ser ambicioso (sobre todo cuando se tiene suficiente), ni envidioso (sobre todo cuando se está muy arriba), ni avaricioso, ni orgulloso, ni perezoso, ni lujurioso (alguna licencia piadosa se disculpa), ni irascible (A Chavez se le estuvo muy bien de todas formas) ni drogata...
En fin. Esta mañana por ejemplo, decía que para mí los santos no son sólo los que están. Para mí, por ejemplo, John Lennon se aproxima mucho, yo los santos los veo como mucho más humanos, con sus grandes defectos, que se han callado para idealizarlos y venderlos un poco mejor en estampicas. Si los vemos tan, tan lejos, tan santos, no intentaremos nunca ser como ellos, y algunos no tienen tanto mérito, posiblemente buenas influencias. Todos podemos ser mejores, sólo es necesario intentarlo.
San Judas Tadeo es uno de los favoritos de mi Madre. A ver si se porta, por el momento, no tengo queja. Algún año tendrá que ser peor que el anterior, pero por el momento, me supero de año en año (no sé qué decía yo de la soberbia...)
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