Cuando el destino quiere castigar de verdad, a veces primero premia.
Los libros, si malos, son caros. Si buenos, no tienen precio.
Era tan pedante, que cuando callaba, callaba en latín.
Contra el quiero y no puedo, nada mejor que el puedo y no quiero.
Las dudas son pasos que no llevan a ningún sitio pero nos alejan de la estupidez.
Las verdades duelen, como las inyecciones que curan.
Blasfemar es rezar al revés.
Puede que toda nuestra vida sea un grano de arroz en un platillo de la balanza, pero podemos elegir en qué platillo
A menudo las grandes verdades hay que decirlas entre grandes tonterías.
Un buen padre es cualquier mal padre que hizo lo que pudo.
Entre leer un buen talento literario o un cuentista sacacuartos hay la misma relación que dar un agradecido paseo en bici o tirarse una hora pedaleando en una estática.
Cuando estamos bien, suele haber algo que lo estropea un poco, pero cuando estamos mal, siempre hay algo que lo arregla.
Los libros, si malos, son caros. Si buenos, no tienen precio.
Era tan pedante, que cuando callaba, callaba en latín.
Contra el quiero y no puedo, nada mejor que el puedo y no quiero.
Las dudas son pasos que no llevan a ningún sitio pero nos alejan de la estupidez.
Las verdades duelen, como las inyecciones que curan.
Blasfemar es rezar al revés.
Puede que toda nuestra vida sea un grano de arroz en un platillo de la balanza, pero podemos elegir en qué platillo
A menudo las grandes verdades hay que decirlas entre grandes tonterías.
Un buen padre es cualquier mal padre que hizo lo que pudo.
Entre leer un buen talento literario o un cuentista sacacuartos hay la misma relación que dar un agradecido paseo en bici o tirarse una hora pedaleando en una estática.
Cuando estamos bien, suele haber algo que lo estropea un poco, pero cuando estamos mal, siempre hay algo que lo arregla.
(aún no he llegado a la mitad del libro, ya iré poniendo algun otro
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