viernes, 22 de mayo de 2020

OS LO MERECEIS TODOS (MENOS YO, CLARO)

Como en el toreo, todo son opiniones, cada cual habla de la feria según le ha ido... y como nos ha ido a casi todos mal, pues a saber. 
Pero escucha mi opinión: aparte del virus, lo peor que ha pasado por la reciente historia de España (la mía) han sido los dos últimos gobiernos socialistas.



Sin embargo, como digo, elegimos a los políticos según expriman la vaca y repartan. Como no remuneres a tus followers, no te comes una rosca; de dónde lo saques, es tu problema. El sentido de estado, de responsabilidad, honestidad, de creación de país, de estructuras firmes de convivencia... eso queda en un segundo plano. Incluso la ecologia: queda chuli para envolver cosas, pero poco más. Los mercados sostenibles no tienen nada que hacer ante la poderosa distribución industrial, que nosotros, los consumidores, alentamos.
Para muestra, valga un botón: como empresario, he tenido varios periodos en mi vida en los que he ido contratando gente, fundamentalmente dentistas. Y todos, casi sin excepción, en vez de aceptar un trabajo serio, honrado, con vistas a largo plazo, con buenas condiciones laborales (como lo que les ofrecía yo) por algo más (no sé si poco o mucho) se iban a trabajar a las franquicias u otros dentistas, que a base de robar salud, pagaban más que yo.
Otro ejemplo: tanto el Gobierno (todos, también la oposición) como cualquiera que pueda sacar tajada, instauran el MIEDO. El miedo vende, atenaza, nos vuelve sumisos... Los media fomentan el producto para venderse, no tienen conciencia de servicio ni de deber de informar, sino de sacar tajada de lo que sea. Como decía Juan Luis Cebrian en una entrevista, cuando entraron los financieros en la dirección (no sólo de El País, sino de todos los medios) y salieron los periodistas, el objetivo cambió, y en vez de informar, era ganar dinero. Hasta los independentistas. Si hay tantos es porque durante largos periodos de tiempo, serlo era muy rentable, y si no, que se lo pregunten a la saga de los Pujol (el caso vasco es más complejo, ahí el dinero influye menos, hay que reconocerlo).

Ahora mismo, estamos soportando la última estupidez del Sanchinflas: las mascarillas, que me parecerían genial en su momento, pero... ¡¡el 21 de Mayo...!!. Te invito a la insumisión moderada y razonada, y sobre todo protestada, aunque sea a cacerolazos. Por el momento, el pataleo es de lo poco que nos queda, aunque lamentablemente, hasta los cuerpos de seguridad (polis y civiles) han recibido  instrucciones represivas casi hasta del pensamiento (al guachap me remito).


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