Tienen una mentalidad tribal, rechazan las instituciones, su
personalidad es impulsiva, vengativa y punitiva. Multitud de sistemas sacan
partido de la mentalidad “default” catastrofista, empezando por los propios
media que, interesadamente, los alimentan.
Contra eso, debemos potenciar esas mismas instituciones, con
todos sus defectos, intentando, siempre, mejorarlas. Sin embargo, hay dos
tendencias equivocadas:
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El fatalismo: la idea de que es inútil cualquier
esfuerzo.
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El radicalismo, romperlo todo sin alternativas.
Hay una falacia muy común que conceptualiza el progreso como una fuerza
mística del universo que destina a los humanos a ir a mejor. Siempre a
mejor. Y eso, simplemente, no es así. La vida es lucha, competencia y cooperación.
En los últimos 30 años, la pobreza extrema ha disminuído un 75%, y eso gracias a los mercados, entendiéndoles como inclusivos, no extractivos