miércoles, 14 de noviembre de 2012

PLATA Y MERCURIO V

Vale, pues eso. ¿Qué hago yo con los empastes de amalgama? (los de mis pacientes, los míos me los he quitado todos).
Pues mostrarme prudente, en el sentido de no garantizar (palabra maldita en el ámbito sanitario) curaciones ni crecimientos de conciencia  ni paraísos holísticos, pero aconsejo, sin prisa, irlos retirando. Recomiendo retirar todos los metales, pero los de las prótesis (puentes y coronas) es complicado, cuesta demasiado, generalmente los dejo, no insisto. Los implantes ni tocar, claro, te metes en una bronca seria, aunque algún colega he oído que es capaz de detectar esas interferencias, y ha quitado algunos, interferentes, con buenos resultados.
Otra cosa son las nuevas restauraciones que coloque. Además de esmerarme hasta la exageración en la conservación de la piñata, procuro razonablemente no perturbar lo que se conoce como "esfera energética", arte en el que no existen reglas, aunque en la kine afinamos bastante. Próximamente, acuñamos una nueva promoción, en la que, por supuesto, introduciremos, entre otros nuevos conceptos, la dispercepción.

Próximo capítulo: Cómo quitar los empastes de plata.

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