lunes, 14 de mayo de 2012

EJEMPLARIZANTE

Condenado a un año de prisión un dentista por las secuelas de una operación «innecesaria e imprudente»

 El odontólogo comunicó a la paciente que padecía una grave enfermedad periodontal y que precisaba una urgente operación que incluía injerto óseo y membrana. La paciente consintió y se le realizó la intervención, durante la cual M. G. fue informada de que necesitaba las cinco endodoncias en ese mismo momento. En total: 2.690 euros, «mucho más de lo presupuestado». Ante los problemas para pagar con tarjeta de crédito, la paciente no tuvo más remedio, recién operada, que salir a un cajero. Volvió a su casa y transcurridos varios días, continuba con fuerte dolor en la zona intervenida. En tales circunstancias, M.G. pidió opinión en un servicio de urgencias de la Seguridad Social. Allí le indicaron que no padecía ninguna enfermedad periodontal, que el injerto de hueso presupuestado y pagado no había sido colocado, que las endodoncias habían sido mal ejecutadas y que había que extraer tres piezas dentales debido a una perforación durante la endodoncia.

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