Se baraja estos días la posibilidad de reducir en un 50% la deuda griega, que muchos asumen casi ya incobrable. Si por aquí hay indignados, por allí ni te cuento.Unos y otros tienen motivos, pero que se los cuenten a MF Global. Incomprensiblemente (mejor dicho, comprensiblemente) casi no lo sacan en los periódicos; ¡de preocupar!. No llega a lo de Lehman Brothers, pero en esta ocasión el problema es la Deuda Soberana (con mayúsuculas). Inimaginable hasta hace bien poco.
Cuatro años después del petardazo, seguimos igual, sin pisar tierra firme, y los responsables sin dar la cara, son demasiados y la mayoría no se han movido de donde están. Nadie sabe en qué acabará todo, y mientras tanto, los tiburones pillando mordiscos.
(Entre que publico y que no esta entrada, ha saltado lo del referéndum griego: órdago a la grande, de lo que no puede salir nada bueno).
Pero se sale hacia adelante, eso fijo.
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