viernes, 11 de noviembre de 2011

Barreras

Comentábamos ayer en el Cole, en una charla con aforo masivo, sobre los requisitos para montar un chiringuito, y ninguno suscitó polémica excepto la polémica ley de supresión de barreras arquitectónicas, que nuestros polémicos y bienpagados parlamentarios forales habían "mejorado" recientemente.
Unos cuantos estaban(mos) que mordían al respecto, sobre todo porque la mayoría estamos en pisos habilitados, y la reconversión de nuestros inmuebles es complicada, pero la de las comunidades de vecinos a veces es imposible. Lo cual, en algunas ocasiones, implica el cierre del negocio por unos centímetros.
El conferenciante (funcionario) comentaba jocosamente la putadilla que les había hecho una minusválida, a quien el SNS había tenido que comprar una ambulancia de la leche para ella sola, ateniéndose a la ley.

Sonreía, cándida e inocentemente, a la vez que apretábanse los puños de la concurrencia, que pagamos dichas gracias.

2 comentarios:

Tordon dijo...

Es de justicia adaptar las NUEVAS instalaciones a personas con minusvalías, pero así como resulta aconsejable aceptar resignadamente los síntomas del envejecimiento,lo que no se puede pretender es que las mejoras arquitectónicas tengan efecto retroactivo.

Salu2

Pele Ón dijo...

El problema no son las NUEVAS, sino el cambio de titular por jubilación, traspaso (incluso a un hijo) cambio de denominación jurídica, u obras de readaptación, cualesquiera que sean. Uséase: todo el mundo, tarde o temprano.
Por el momento, las simples renovaciones de licencia (cada lustro) también somos ilegales, pero nos perdonan.