domingo, 19 de junio de 2011

Estafasdent, S.A.

1º: el paciente acude seducido por un fuerte bombardeo mediático.
2º: le recibe generalmente un comercial, disfrazado de dentista. Se le atiende con ciertas prisas y técnicas, estudiadas y entrenadas para simular intensa actividad clínica, que se le hace un favor, prepotencia, suficiencia...
3º: se le diagnostican tropecientas caries (inexistentes) tiene que reponer imperiosamente todos los dientes perdidos (todos) suelen necesitar endodoncias (mentiras gordas) la limpieza "gratuita" es insuficiente, puesto que tiene una piorrea de caballo (por supuesto, inventada) y necesita raspajes, que hay que abonar aparte.
4º: con métodos comerciales-psicológicos se le convence de que no realizar el tratamiento propuesto acarreará graves problemas de salud, cuando no gravísimos. El personal auxiliar recibe entrenamiento, con palabras, poses y actitudes, destinado a reforzar el mensaje. Se utilizan precios-gancho para convencerle de que todos los demás dentistas somos muchísimo más caros. Se fija la atención en unos pocos trabajos, distrayendo del grueso del prespuesto.
5º: al paciente se le obliga prácticamente a financiar el tratamiento. En cuanto firma, automáticamente está cautivo, la empresa cobra todo por adelantado y se establece un contrato mercantil, por el que además, se compromete a acudir a todas las citas programadas y a ejecutar la totalidad del presupuesto emitido. Aun interrumpiendo el trabajo o cerrando la franquicia, el paciente deberá pagar la totalidad del prespuesto a la financiera propietaria de la deuda (aunque generalmente, si se hacen bien las cosas y se empieza con abogados, devuelven el importe del tratamiento no ejecutado).
6º: Los trabajos se efectúan con una calidad ínfima. El índice de fracasos es apabullante, las complicaciones habituales. La atención posterior a este tipo de contratiempos es completamente inexistente, excepto cuando se solucionan con trabajos más complicados y más costosos. Los empastes se convierten en endodoncias, éstas en pernos y reconstrucciones, éstas en fundas y coronas, y finalmente, en implantes, con una frecuencia mucho mayor de lo habitual en cualquier otro dentista decente.
7º: Nunca se entregan informes, ni radiografías (he pedido varias veces a los pacientes que llamen a la policía municipal y lo exijan) y las poquísimas veces que lo he conseguido, los firman los gerentes o comerciales, nunca los dentistas. Casi nunca atienden los requerimientos de los Colegios, ni de los Jueces, ni de los peritos, obstaculizan todo lo posible la información.

2 comentarios:

Tordon dijo...

Es de admirar su coraje de esforzado luchador.
Espero que su coraza también sea de buena calidad.
Salu2

Pele Ón dijo...

Encoraginarse tiene a veces sus temeridades. Mi coraza serán los Indignados, que esta vez no son molinos sino gigante a quien me enfrento.
Un saludo