lunes, 27 de septiembre de 2010

Halitosis

La otrora calamidad bíblica milenaria que azotaba a la humanidad, causa incluso de nulidad matrimonial, afortunadamente es ya agua pasada en mi cabaña y casi todas las demás. Cierto es que hoy en día hay que oler a algo en la boca, el alerón y la entrepierna, bien impregnado de feromonas por cierto, pero en la cara, lo que mejor huele, ya se sabe que es una sonrisa.
Y además, sienta bien a uno mismo, forma parte de cualquier terapia: ríe, sonríe, aun sin motivo, luego lo demás viene solo.

1 comentario:

Tordon dijo...

Estimado Peleón:
Compruebo- por la foto- que ha encontrado usted el eslabón perdido.

¡Enhorabuena!

Salu2