Leía el other day que el fenómeno blogosfera e internet han multiplicado exponencialmente la literatura (han multiplicado todo, se vive el doble, triple de deprisa) aunque sea bajo fórmulas atípicas como el presente ejemplo. Bienvenido pues, aun a costa de una importante atomización del mismo y de que, si buscamos bien, encontraremos, junto con maravillosas iniciativas (como ésta, por ejemplo) todas las chorradas, virales, bulos, mentiras gordas e intereses confesables e inconfesables, indistinguibles unos de otros. Junto con lírica o épica puede encontrarse todo surtido de filias, perversiones, satanismo, cócktel Molotow, o asesinos a sueldo en anuncios clasificados.
Por el momento no hay ley, y en aras de la "¡LIBERTAD!" con la que a muchos se les llena la boca u orgasmean, favorecen el feudalismo y la supremacía del más fuerte y/o más pillo. Y como siempre, pasará en la medida que nos dejemos.
Más o menos, como la vida misma.
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