Me mandais, amigos, enemigos, fans, familia y otros especímenes, junto con perfectos desconocidos entre los que incluyo varias guarrindongas eslavas que parece que sí me conocen, solicitudes para incorporarme/les a mi/su perfil de facebook, tuenti, miespace y demás foros.
Por tanto y en consecuencia, si rechazo por décima o vigésima vez vuestros requerimientos, no es que os odie profundamente ni que no seais dignos de mi, sino que por el momento, como otros muchos, prefiero mantenerme al margen, aunque con el tiempo me imagino que surgirán herramientas bien (perfectas, nunca) diseñadas y protegidas para que me fíe. Me decanto por la tecnología tradicional, aunque a estas alturas, en 3º ya de Alzheimer y 2º de presbitia, tengo que leerme las instrucciones cada vez que uso mi arcaico teléfono. Menos mal que vienen en castellano.
1 comentario:
Yo debo ser la más ingrata del mundo mundial, no es que rechace las invitaciones (aunque a mí no me llegan de buenos mozos, eslavos o no) es que las ignoro y las envío al limbo.
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