Departía amigablemente esta mañana con mi vástaga sobre periódicos y demás amarilleces. Le explicaba, intentaba al menos, trasmitir que no existe la información verdadera, fiable e imparcial, sino intereses más o menos traperos para un lado u otro. Como en todas partes, vamos. Hasta hace un tiempo, te podías fiar de las cadenas nacionales, de funcionarios, porque cojeaban de lo de siempre, del que manda, pero lo demás lo dejaban tranquilo. A ver si ahora que reducen drásticamente la publicidad mejora. Sin embargo, la fórmula elegida, que paguen los demás, no deja de parecerme ciertamente curiosa, ya veremos si se dejan, aunque a la fuerza ahorcan, que decían.
Le he hecho un repaso sobre familias ideológicas, afinidades (a mi leal saber y entender, que dice en las garantías) que iba a transferir a este mi amado blog, pero casi mejor me lo guardo, porque cada cual tendrá sus propias ideas. Y el que no las tenga, pues peor para él, que se las calzarán por todas partes.
Y en León, chanchi piruli, gracias. Lamentablemente, no he podido hacer toda la vida social que hubiera deseado, pero contento del resultado. Y me aguantaron casi 10 canciones, que ya es aguantar.
3 comentarios:
Como espectador en primera fila, doy fe de las extraordinarias habilidades musicales del propietario de este blog.
¡Lástima que no pudimos escucharle sentados!
Aunque algunos fuimos de etiqueta.
Salu2
Pues sí, lástima no pudiera yo tampoco sentarme al día siguiente con Vd, aunque nada tuvieron que ver las hemorroides, sino obligaciones familiares.
Gracias por su amable delicadeza.
que pena no haber estado presente para escuchar a tan versatil musico y disfrutar de la velada. Me ahorre el traje de etiqueta-
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