Voy a tratar de
no hablar muy mal de nadie, que no es fácil, porque llevamos todos un buen
cabreo contra todo lo que se mueve, por no poder salir, pasear, tomarnos una cañita
con la panda, ir al cine o teatro, no poder tocar a nadie… Esto es un coñazo, a
ver cuándo se pasa el miedo y podemos empezar, aun tímidamente (del todo nin se
sabe…) a retomar la VIDA.
El bicho, aparentemente,
coloniza de una forma especialmente densa la laringe. Lo sabíamos desde el principio,
por no decir mucho antes del principio de aquí (repasa hemeroteca). Las cuerdas
vocales son dos membranas que vibran, como los humidificadores que tienen una
laminita piezoeléctrica que vaporiza. Pues bien, al hablar, vaporizamos bichos,
en proporción (no sé si aritmética, pero sospecho que exponencial o logarítmica,
aún no han hecho estudios) al volumen y a la frecuencia. Por eso, en los
funerales y otros eventos, que se habla mucho, cerca y con mucha gente, pues el
virus corre que se las pela.
Evidentemente,
es una teoría personal. Se lo comenté, creo que por Abril, a mucha gente de mi
entorno, incluidos directivos médicos, y como a día de hoy nadie comenta, pues
será que estoy equivocado… pero porsiaca, créetelo, anda. Aparte, están todas
las medidas epidemiológicas de reducir la frecuencia e intensidad de los
contactos, de ventilar adecuadamente las estancias (esto lo he empezado a oír este
mes de Septiembre, también lo dije en Abril).
Y… ¿a quién
tenemos al mando? Pues a políticos inútiles, que saben más que el ingeniero de
puentes, que el psicólogo de drogadicciones, que el sociólogo de comportamientos
colectivos… y que el comité de expertos, ese que no existe, que estoy seguro
que existió (es tonto pero no creo que tanto) pero que a la vista de las
tonterías y de las cuchilladas, me imagino que, en bloque, han dicho que a
ellos no les meten en ese patatal y que se vayan a la mierda.
Y lo que todo
el mundo sabe pero calla. Los políticos, una vez más, están haciendo creer que todo
volverá a la normalidad, están endeudándose de una forma brutal y están sin un
plan, NADA, de salida de estos pantanos. Su único plan es seguir endeudándose y
hablar de “solidaridad”.
Vamos a salir
todos mucho más pobres y débiles, menos China, y por el momento, nadie quiere
decirlo ni mucho menos empezar a arreglarlo, y quien debiera, se queda
ensimismado en su mismidad pensando en las musarañas y en medidas mal
orientadas, populistas y facilonas.
1 comentario:
Er bissho, tal cual ha venido se cansará de nosotros, que somos muy aburridos, y se irá a otro planeta a dar mal, como se dice en Aragón
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