Consecuencias: cuando ven algún signo de debilidad (o sin él) de una empresa (o país) apuntan directamente a la yugular. Chismorrean, difunden bulos de que le va fatal, ponen palos en las ruedas, se confabulan para bloquearle y hacerle perder la confianza de los inversores y de los clientes a través de las maniobras más trapicheras que te puedas imaginar...
Pues eso, que cuanto peor te vaya a tí, mejor me irá a mi, digno de un buen pirata.
O de una buena franquicia cuanto peor estés (o ten convenza de que lo estás) más ganaré yo
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