domingo, 26 de octubre de 2014

DERECHO A HACER EL TONTO

Parece mentira, por no decir increiblemente mentira, que a estas alturas aún sigamos con el tema del independentismo. Sin consultar a nadie, sin leer ni escuchar a los politólogos y sin pensar mucho, se me ocurre (a mi solo y en 5 minutos):
- Se crearían fronteras de las de antes: barreras, alambradas, pasos fronterizos controlados. Todos los ciudadanos quedarían automáticamente secuestrados en su propio territorio.
- Se separarían pueblos hermanos, al estilo del telón de acero. Se tapiarían carreteras, montes...
- Todo el tráfico de bienes, servicios y mercancías se paralizaría inmediatamente.
- Se escindirían inmediatamente de la Comunidad Europea: Los más optimistas (estúpidamente optimistas, por no decir ladinamente mentirosos como abundan en estos foros) les dicen que volverían a entrar en unos 8 años.
- Todas las empresas, y no sólo las grandes, cuyo mercado está fuera de Cataluña trasladarían no sólo su sede, sino también sus centros de producción a cualquier otro punto de Europa, y eso con suerte, que seguramente, puestos a hacerlo nuevo, lo deslocalizarían bien lejos y bien barato.
- Obviamente, deberían salir del euro. El nivel de endeudamiento, la debilidad de su economía, el pequeño tamaño del "pais" y otros muchos factores, inducirían la quiebra completa de cualquier sistema que implantasen.
En fin, lo que hace falta es que lo entiendan. Y como he dicho varias veces, cualquier pueblo que desea la independencia, tiene todo el derecho a tenerla y negociarla tranquila y pausadamente, pero lo que están haciendo en este momento, pasará a  la historia como una de las mayores estupideces de ese pueblo tan capaz e inteligente, sólo superada por la increible estupidez de sus gobernantes.

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