Mestoy repasando el libro de Marina, ya comentado en una serie anterior en el que desgrana los pilares profundos de la cultura, de la civilización, disecciona produndamente las diversas formas de relación entre individuos y culturas. Y entre otros criterios y baremos, establece dos opuestos: la supremacía del Estado, o la del individuo. Y no hay derechos absolutos, ni de uno ni del otro, aunque tenemos ejemplos en la historia de todo, por supuesto convencidídisimos estar en el medio. Ahora, estamos ya un poco de vuelta del reinado del Individuo.
Si lo hubiera escrito hace 100 años (él el libro y yo esta entrada) hablaríamos de los abusos de las instituciones, del feudalismo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario