Pues eso, de cómo los "grandes", entre los que nadie se salva, maniobran, tergiversan, colaboran con los piratas, los fomentan y protegen (cuando les conviene, cuando no, son "enemigos de la libertad") mueven y manipulan a las corrientes de opinion, compran a "pensadores e intelectuales", por no decir a los políticos, engañan al personal, alentándole a defender sus "derechos fundamentales " (osea, pillar todo lo que puedan por la puta jeta) con la bandera de la libertad por delante, sin darnos cuenta de que el mástil huele a mierda, porque está bien forrado de miles de millones de dólares.
Cita demasiados nombres, fechas, lugares, empresas, consejos de administración, acuerdos, contratos, juicios, sentencias, lobbys... como para que quepan dudas. El impresionante trabajo de documentación y exposición (huye también de sensacionalismos) me recuerda un poco al de "Franco, caudillo de España" de Paul Preston.
Nadie pone esto en duda en todo caso, el problema es, como siempre, cómo lo arreglamos.
Y aún no se ha acabado, claro.
Y yo el libro tampoco creo que me lo acabe, demasiado académico, me iré repasando por encima el resto. Por supuesto, y como todos, se lo presto al primero que me lo pida.
Terreno de juego, campo de batalla, y banquete de después (tercer tiempo): Nuestra mente; nuestra pasta viene sola después.
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