jueves, 5 de enero de 2012

Tao de la física

Es un libro ya muy antiguo (1975) que en su momento fué una referencia. Intenta encontrar paralelismos entre la física y la mística oriental.
Escrito por un físico teórico en su momento puntero, a quien deslumbraron los Vedas, el Tao, el Bhagavad, Buda...  e interrelacionó con la nueva concepción (hoy ya antigua) de la descomposición de lo que hasta entonces eran partículas atómicas elementales , física cuántica, subatómica, colisionadores...
De todo él no puedo decir sino que, como de costumbre, se dedica a rodear lo inabarcable para quedarnos al final donde empezamos. Sin embargo, es de destacar esta perla en el epílogo (haré una o dos entradas más de este libro, avisaos):
"El físico moderno experimenta el mundo a través de una enorme especialización de la mente racional; el místico, de la mente intuitiva; ambos enfoques son completamente diferentes e implican mucho más que una simple visión determinada del mundo físico. Sin embargo, son complementarios, como hemos aprendido a decir en física. Ni uno está comprendido en el otro, ni puede ninguno de ellos reducirse al otro, sino que ambos son necesarios y se complementan mutuamente para darnos una comprensión más completa del mundo. Parafraseando un antiguo proverbio chino, podemos decir que los místicos comprenden las raíces del Tao, pero no sus ramas. Los científicos comprenden sus ramas, pero no sus raíces. La ciencia no necesita del misticismo y el misticismo no necesita de la ciencia, pero el hombre sí necesita de ambos. La experiencia mística es necesaria para comprender la naturaleza más profunda de las cosas, y la ciencia es esencial para la vida moderna. Lo que necesitamos entonces, no es una síntesis, sino una interacción dinámica entre la intuición mística y el análisis científico."

2 comentarios:

Tordon dijo...

Parece un libro interesante y -aunque las cita- no se anda por las ramas.
¡Me lo apunto para colocarlo a la cola de "pendientes"!

Porque- aemás- como bien sabe usted, en mi casa el caldo de cultivo para esos enfoques es propicio...
Y podría decir que casi duermo con ellos...
Salu2

Pele Ón dijo...

Lo mejor es eso, dormir con ellos. Mejor aún: un poquito antes de dormir, abrazarse a ellos, a medio camino entre la conciencia y la inconsciencia.
Felices sueños, y mi deseo es ése: que sueñe con su sueño.
Recuerdos a su Sueño.
Un abrazo.