sábado, 20 de junio de 2009

Desaprender


A propósito del artículo de Punset en el último semanal. Nos recuerda lo difícil que es desaprender cosas que hasta ahora han sido dogmas. Venía pensando yo en eso, durante las lecturas de los 8 aviones en 12 días (Gonzalo Puente-Ojea: "la religión: ¡Vaya timo!"): Tenemos tanto pánico a las lagunas del conocimiento, que nos inventamos lo que sea para justificarlo. Durante mucho tiempo, los médicos hemos disfrazado nuestra ignorancia con términos ininteligibles, cuando lo fácil es decirle claramente al buen sujeto que no sabemos lo que le pasa. Si hablamos de piños es más fácil, cuando hablamos de la metástasis en el pulmón, la cosa cambia, hay que mantener el tipo como sea (no es mi caso, claro).
Y en cuestiones escatológicas (no seas malpensado, repasa acepciones de la palabreja) ni te cuento. Cualquier aproximación a la Verdad es mentira por definición.
Es muy fácil; tan sólo, la plebe, tiene que aceptar, sin histerias, que tenemos NPISA respecto a pandemias de gripe aviar, porcina o perruna, el próximo atentado islamista, o la vida tras la muerte. Lo único seguro es que hay vida antes de la muerte, o al menos hasta que venga Neo con las pastillitas y me fastidie la entrada.
Por cierto, adjunto los síntomas de gripe porcina, son fácilmente reconocibles.

3 comentarios:

Mery Jane dijo...

Cierto, muy cierto. Eso también se aplica a todos aquellos funcionarios que no quieren desaprender lo antiguo y renovarse con lo que las nuevas tecnologías ofrecen. Y esto lo digo porque hay muchos en nuestro ámbito que no hacen formación continua y se quedan atrasados porque no leen los nuevos protocolos.
No te lo creerás pero en mi ambulatorio hay médicos que no usan la informática en su día a día...un programa implantado en todo el país.

En fin,... De todas formas los dogmas son algo que no se desaprende si no es por una profunda y trabajada convicción.

Saludos

Tordon dijo...

No aceptamos lo inevitable y buscamos excusas para aliviar nuestra supina ignorancia.
En el fondo,todo se debe a que somos auténticos peleones. (Usted lo será más, claro).

Salu2

xto dijo...

Con lo bonito que seria ser niños tener la mente abierta y ante lo desconocido hacer la eterna pregunta Y POR QUE??? y no quedarnos con la primera respuesta que nos dan. Menos mal que de vez en cuando nos recuerdan que no hay que creer siempre lo que nos dicen y si fijarnos en los gestos de los medicos o funcionarios que te dicen que si pero sus gestos dicen que no, ante tal discrepancia mejor nos quedamos con estos ultimos son involuntarios
Saludos