Desde hace mucho mantengo otra teoría demoledora. Todo aquello que nos sirve de ayuda, acaba convirtiéndose en un estorbo. Por ejemplo el GPS de los vehículos, que en vez de hacernos discurrir, ver las señales, hacernos un esquema mental de la trayectoria, de la orientación espacial del destino... nos atrofia los mecanismos cerebrales y nos dirige abúlicamente hacia el mismo portal, y si me apuras, dentro de poco lo llevaremos en la muñeca, o en el móvil, y nos dirá que cojamos el ascensor de la izquierda, que el otro lo están reparando... o que la portera lo está fregando. Aplíquese este principio a otros muchos accesorios inútiles hasta que se nos vuelven imprescindibles.
En los libros de crecimiento, de autoayuda (los hay de autoayuda para negativos, un montón, y de autoayuda para crecimiento positivo, muy pocos...) dicen qeu todos los días debemos afrontar retos nuevos, aprender cosas creativas, artes, hacer cosas inusuales, manejar el ratón con la otra mano... lo que sea, pero evitar que nuestro cerebro se anquilose, ya que es "un músculo más", el entrenamiento lo mejora, la ociosidad y la comodidad lo desconectan. Una de las mejores cosas que podemos hacer son artes plásticas o escénicas, escribir, componer poesías, cultivar un blog...
Cierto es que, mientras no te falta el aparatito no lo echas en falta. Cierto es que podemos entonces destinar partes de nuestro cerebro a otras funciones, pero lo cierto es que lo normal es no hacerlo.
En fin, sufrir con gusto que se dice.
2 comentarios:
Algunos hemos visto llegar la tele, el plástico, el agua corriente, la electricidad todo el día, el microondas, el teléfono móvil.... No son malos adelantos si uno se sirve bien de ellos
Lo estúpido es hacer encima mal uso de ellos. Lo correcto es usarlos y seguir avanzando. Si te adocenas, te anquilosas, te atrofias.
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