Si de algo nos pasamos de verdad, es de proteínas animales. Atendiendo a los registros históricos, hemos multiplicado su consumo de una forma tremenda. Gracias a eso posiblemente somos mucho más altos, fuertes, vivimos bastante más y somos más inteligentes. Sin embargo, (provervio chino) todo lo que tiene cara, tiene cruz. Y cuanto más grande es la cara, más grande es la cruz.
Respecto a las proteínas, que yo sepa, no puedo dar opiniones tan apocalípticas como de los hidratos de carbono refinados. Es posible que produzcan metabolitos difíciles de procesar, aunque por el momento, mis ideas van por dos frentes:
1º: que la producción de proteína animal supone un costo entre 10 y 30 veces mayor, medioambientalmente hablando, que producir proteínas vegetales, lo cual ha causado grandes desastres de deforestaciónes y desertización de tierras por sobreexplotación; pesca a unos niveles difícilmente renovables hoy en día, con grave deterioro de todos los nichos ecológicos marinos; destrozo de los fondos de las plataformas continentales, por arrastreros, que pillan todo lo que se mueve a la bodega, lo trituran, desecan, y lo incluyen en los piensos de engorde de pollos o cerdos (consumen mucha proteína, a diferencia de los rumiantes) o de la nueva modalidad de producción, la acuicultura, que está produciendo graves daños directos e indirectos; grandes extensiones de cultivos de cereales y leguminosas transgénicos, que son lo único que consumen los animales destinados a consumo humano; Para personas, momentáneamente está limitado su uso, pero no creo que tarden en caer esas barreras. Los cultivos transgénicos desconozco los efectos que pueden tener a medio o largo plazo, pero por el momento han producido grandes desastres económicos en países que cultivaban variedades milenarias de cereales que han desaparecido arrasadas por las "supuestas" ventajas de los nuevos transgénicos, cuyas semillas deben comprarlas fundamentalmente a empresas americanas...
2º: Aparte del aceite de oliva, las grasas que tomamos proceden fundamentalmente de los animales, bien directamente en la carne (entre un 15 y un 30%) o en usos secundarios. Desconozco si el problema estará en la fibra muscular, aunque sospecho que es en la grasa, los productos derivados de animales "maltratados" sospecho que son perjudiciales para la salud humana.
Por "maltratados", entiendo a aquellos animales que a poco de nacer son separados de la madre, tratados como objetos industriales, atados o recluidos en un mínimo espacio, alimentados por máquinas, con productos que nunca habían formado parte de su dieta, con hormonas, antibióticos, desinfectantes, tranquilizantes para que discutan y se muevan menos... No sé quién está más loco, si las vacas o nosotros. Por tanto, recomiendo:
- come mucha menos proteína animal, casi la mínima expresión.
- procura que proceda de animales "felices": que vivan en un entorno natural, que anden, les dé el sol, la lluvia de vez en cuando, coman la comida que han tomado desde hace siglos, y les cuiden personas que les aprecien y les valoren, y sean sacrificados cerca de su lugar de origen y a su debido tiempo. ¡Viva el Jabugo y las sardinas!.
- págalo; cuesta bastante.
- fomenta la conservación de los hábitats naturales, la cría en dehesas (agricultura extensiva) o la pesca sostenible, con certificado de origen.
Y por fin, que te aproveche. En la próxima cita, reglas generales de nutrición. Una de las más importantes, es que disfrutes de la comida y de que procures hablar durante ella de cosas positivas. Aleja de tí los pensamientos negativos, envenenan lo que comes.
Y otra regla general: agradece tener la comida delante. La casi totalidad de las tribus primitivas lo hacen, y nosotros también bendecíamos la mesa hasta hace bien poco. Si no quieres ir muy lejos, agradece a la comida que esté ahí delante, y a todos los que, con su trabajo, lo han hecho posible.
El próximo post, el postre.