miércoles, 22 de noviembre de 2006

A alguien se le tenía que ocurrir

En el último investigación y ciencia sale una pequeña reseña de que están ya intentando hacer cultivos celulares y neuronales para que crezcan y se conecten a circuitos impresos. Están estudiando las proteínas, la codificación, los factores de crecimiento embriológicos... osea, el cybertío, cosa que posiblemente tardará siglos en completarse, pero está ahí. Por el momento esto es lo más aventurado qeu se me había ocurrido a mí, así que pronto se estudiarán en las universidades los libros de ciencia-ficción, y la imaginación humana tendrá que hacer esfuerzos por imaginar fantasías, porque mientras sean fantasías serán bonitas, no las realidades, que generalmente dan pena. Para vivir, tenemos que crear islas de belleza entre la fealdad (hay quien dice que "esto" es el infierno). La búsqueda de la belleza es uno de los patrones de la existencia humana, cualquier día os machaco con una entrada sobre eso.
Si nos lo proponemos, como en su día la humanidad se propuso ir a la Luna, se harán robots biológicos, o mecánicos pero con conciencia y sentimientos. (La conciencia: tema de próximo post). Lástima que no nos propongamos por ejemplo, reforestar la tierra y prescindir del deseo (no el sexual, ese no hace daño salvo abusos o descontrol, como todas las drogas, sino el material; del deseo surge el egoísmo y el pecado). Ganas tengo de hablar sobre el concepto "pecado", pero no lo he estudiado. Lo más aproximado a lo que pienso es lo que dice nomeacuerdoquién en la película "...y tú qué sabes...".

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