En primer lugar, considere que estas palabras suenan a porno duro. En cuanto aparece el más mínimo atisbo de meteduras de pata del prójimo (en menor medida en la circulación, en accidentes, en la construcción de edificios y puentes…) nuestra atención se potencia.
En segundo
lugar, recuerde que, interesadamente (no existe el no-interés en nada) los medios
y las redes sociales, quieren polarizarnos. Cuanto más extremistas nos
volvamos, menos posibilidades tenemos de consensuar nada y más dinero ganarán.
Las guerras las ganan los traficantes, no los contendientes, éstos pierden
siempre.
En
tercer lugar, olvídese de la perfección. La vida es una escala de grises, o un arcoíris
de tonos, considerando que existen colores (montones de infrarrojos y ultravioletas
y otras frecuencias) que no podemos ver, y otras especies sí. Incluso para
gustos, colores, yo mismo (soy un hombre) veo, aprecio menos colores que cualquiera de
las señoras (ciencia pura, oiga…) que interpreto a modo y
manera personal. Por supuesto, la única verdad absoluta es la mía, todo el
resto del mundo, si no piensa igual, está equivocado
Vale,
de acuerdo, hago informes periciales, y ayudo a salvar o condenar a gente,
ingrata tarea del Juez, del que soy en teoría colaborador. Se lo crea o no,
siempre me he negado a ser parcial, a ser un gladiador de quien me contrata (bueno, un poco si) y los
abogados lo saben.
Y la mitad de las veces, le digo al sufridor que desista. Normalmente, son procesos clínicos tremendamente tortuosos que provocan dolor físico o social (años sin piños, fracasos reiterados, retrasos, desatención...) piños feos, o disfunciones (la dinámica oro-facial es muy compleja) a lo que generalmente, no se concede importancia jurídica, bajo el punto de vista que a cualquiera puede pasarnos (lejana verdad).
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