domingo, 29 de diciembre de 2019

UNICORNIOS Y CISNES NEGROS


Queridos:
Ayer debatíais sobre opciones, asuntos y negocios que lo petarán a 10-20 años vista, pa meteros en el sector y triunfar. Finalidad: tener éxito y ser felices, comprensible aspiración humana (y entomológica, herpetológica, mamífera…).




AAAAAY, LA FELICIDAD…. Entiendo que la primera respuesta sea tener más que los demás (bucead en ella y no, no es superficial, es bien profunda). Si recapacitáis un poco, entenderéis lo pobre de ese razonamiento, aunque todos hemos tenido que pasar por eso hasta que nos hemos desligado parcialmente (desligarte del todo, pues el Dalai Lama y alguno más).
Mm y yo insistíamos, sin éxito, en que la recompensa emocional y humana, una vez cubiertas ciertas necesidades, es mucho más importante que la material. Por supuesto, nosotros podemos decir esto desde un podio que hemos ganado con gran esfuerzo (y teniendo de todo más que los demás y luego hablamos). Si nos ceñimos a estadísticas, mucho más que muchos demás, aunque por debajo de cierto horizonte social, no vemos, incluso despreciamos, a quienes están por debajo de cierto umbral económico o educacional, son invisibles para nosotros, excepto cuando estás en contacto directo con el sufrimiento, más ella que yo.
Si queréis mi opinión respecto a cisnes negros y unicornios, pues para eso hay gente que da conferencias, normalmente cobrando una pasta, y sin asumir riesgos financieros respecto a acertar o no. También las tenéis gratis en internes, pero yo creo que el ámbito militar va a crecer exponencialmente en ese periodo que contemplamos. Pueda gustaros o no, pero es una costumbre muy sana esa de matar al prójimo cuando la alternativa es que te mate a ti. Y además, según prometen, irás al cielo fijo, ese aspecto está cubierto por todas las franquicias.
Otra apuesta: pues un huertico con gallinas y cabras. El ámbito agrícola también se va a potenciar, en relación directa a los estropicios medioambientales que tengamos que pagar. La producción de alimentos es un cuello de botella al que nos vamos deslizando, y hay tantos problemas en tantos ámbitos (superpoblación, aumento de los requerimientos de proteína animal, pérdidas de productividad de tierras y agotamiento de los caladeros marinos, cambio climático) que la apuesta es segura a largo plazo (y eso, que no surja un vulcanismo potente, que no haya una plaga, o cualquier otro cataclismo). Otra cosa es que manche; barro, estiércol, frío… un método histórico y eficaz de inmunización alternativo a las vacunas para alegría de los Darwin Awards.
Por supùesto, la tecnología puntera, que es el campo en el que os moveis, y con éxito (sí, de verdad, sois unos cracks y tenéis futuro) pues fijo, abarca absolutamente todo, hasta la monitorización de las gallinicas. Precisamente, Europa, cuando tome conciencia real de si misma como pueblo (Europa es el proyecto más bonito que ha existido jamás, la convivencia basada en la tolerancia, que no en la dominación militar) verá que debe potenciarla enormemente; ahora mismo dependemos de las 2 ó 3 fábricas en el mundo (ninguna por aquí) capaces de suministrar los microchips (sin espionaje cotilla) o lo que se invente a futuro.
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Pues nada, nos vemos en 30 años y el que acierte paga unas birras.

viernes, 15 de noviembre de 2019

CEPILLOS MANUALES Y CEPILLOS ELÉCTRICOS

A propósito de una pregunta, desarrollo el tema para deleite del personal. que os aproveche




No te voy a dar solución cerrada, pero podrás equivocarte con más criterio (en mi consulta, lo bordo).
a)      Las ganas de cepillarse no se compran, la única forma es motivar al chico. Mi personal está especialmente preparado para ello. Si quieres hacerlo a nivel casero, pues un método es tintarle los dientes con un colorante alimenticio (puro, en todos los piños, te aconsejo el rojo) y luego que se enjuague, cuidando al escupir, que ponen el lavabo perdidico. La placa bacteriana es esa mierdecica que se queda adherida a los dientes, como algo pastoso, que se quita con la uña, pero mejor quitarlo con el cepillo. Eso es la PLACA BACTERIANA, o biofilm, que se nos forma a todos por todas partes, y la única manera que tenemos de quitarla, es con frote mecánico, ayudado por la pasta, que tiene tres cosas: abrasivo, jabón y colorantes-saborizantes. Vendían unas pastillas, PLAC CONTROL, de eritrosina (colorante alimenticio) para teñir, es lo que usamos los dentistas
b)      En todo caso, en la adolescencia el problema más importante son las caries. Dejar de comer cochinadas (dulces) previene del 90% de las caries. Cepillarse como un poseso, apenas el 10%. Así que ya sabes quién es tu enemigo: las cochinadicas entre horas, pero en parte también, todas esas cosas que son dulces y no lo parecen, porque lo ocultan deliberadamente. Producen caries:
a.       MUCHO: además del azúcar, todo lo que sabe dulce aunque ponga que no lleva azúcar:  los caramelos y chicles sin azúcar, todos los refrescos y batidos, todos los zumos envasados, todos los lácteos de sabores y edulcorados (fundamentalmente, yogures) los cereales (los malos llevan el 20%) chocolates (a partir del 80% de cacao, amargos, menos problema) y toda la repostería, en especial la industrial y cremas diversas, de cacao o nata (la nocilla lleva casi el 90% azúcar). Las salsas industriales (kétchup rondaba el 50%, creo que luego lo bajaron al 30 o así…)
b.      Medio: las galletas secas, los bollos artesanos, los postres dulces después de comer,
c.       Bajo: el pan industrial (pizzas, Burger, pan de molde…) suele llevar alrededor del 10% de azúcar o edulcorantes (además del 10% de grasas de esas malas). El fuet mucho, el resto de embutidos poco, excepto el jamón de york y mortadela rondan el 15%, pero es muy variable. Cuanto más rico, más caries.
c)       Ya situados en el problema, es importante que la alimentación del chico (y de la humanidad) sea consistente, dura, que ejercite los dientes y masomenos los desgaste algo. Y que cuando se cepille, ponga muy poca pasta de dientes (apenas un guisante) y esté un ratito, mínimo 2 minutos, cepillando con cierta parsimonia por zonas (el colorante ayuda mucho, si se cepilla mal le queda todo pintado). Lo importante es la impregnación de flúor. Detener las caries con el frotado mecánico es absurdo, nunca lo vas a conseguir, pero el flúor si, funciona como preventivo (muy limitado)
d)      Cepillo: la eficacia del manual es incomparablemente superior, aunque claro, exige algo de esfuerzo y adiestramiento (muy poco, basta 15 minutos de enseñarle, y de paso, motivarle). En adultos con problemas periodontales no, ahí la eficacia es crítica, exige varias clases y trainings, ir depurando la técnica, pero eso generalmente lo implantamos lentamente a partir de los 40 años, y con metas progresivas, y depende del grado de patología. El cepillo manual es asequible, barato, versátil y completo, y en pacientes complicados, necesitan 2-4 aditamentos de distinta forma, para cada una de las superficies. En jóvenes es suficiente 2-3 minutos, en pacientes periodontales, pocas veces baja de 10 min, pero el consuelo es que hay que cepillarse 1 vez al día muy bien, y una o dos mal.
e)      Cepillo eléctrico: descarga mucha energía sobre los dientes, y limpia, fundamentalmente, las zonas prominentes, las partes salientes de los dientes, no limpia en el surco de la encía, que es lo que importa, ni entre dientes. Produce desgastes de esmalte y retracciones de encía, si se aplica mal (lo normal) a largo plazo es habitual. Y además, es caro, contamina, tiene pila o batería que tiene que estar operativa, se rompe, hay que comprar repuestos, es un enchufe más, si te lo olvidas en cualquier sitio, o no está operativo, pues dejas de cepillarte. Hace ruido, genera CEM (campos electro-magnéticos, aunque de ínfima potencia). Aun con todo esto, pues si realmente la alternativa es no cepillarse, pues bienvenido sea el cepillo, pero repito que tiene grandes limitaciones e inconvenientes.

viernes, 10 de mayo de 2019

ENERGÍA

Como bien apunta el figura este del peak oil, contribuyo con mi pregón en el desierto 




Nos enfrentamos a un momento en el que el agotamiento de las fuentes tradicionales, fundamentalmente la energía química procedente de los combustibles fósiles, marcará de forma drástica el futuro inmediato. Nuestra dependencia es de tal magnitud que, inevitablemente, provocará un fuerte revulsivo del que nadie saldrá indemne.
Algo está claro: el petróleo barato se acaba, y el carbón es demasiado contaminante y poco versátil, aunque pueda ser una fuente alternativa si se consiguen controlar las emisiones. Las alternativas que ofrece la geoingeniería, por el momento, son meros parches frente a un problema de la magnitud que nos ocupa, y ninguno por el momento se asemeja a una solución.
La automoción está demasiado imbricada en nuestro “way of life”, y el transporte, una parte muy importante del problema. Conviene encontrar soluciones intermedias de transición, pero no de esas que se anuncian con la mentalidad beata del “coche ecológico”, sino de forma drástica y revolucionariamente menor. Se exige un medio de transporte individual con un consumo de entre 5 y quizá 50 veces menos que ahora, lo que a título experimental, ya es una realidad, a condición de asumir prestaciones diferentes (por ejemplo, limitando la velocidad a 30 ó 60Km/h y reduciendo la tara de los vehículos a costa de sus prestaciones y seguridad…) En la propulsión, habrá que pensar en motores de 1-3 cilindros, aprovechando la tecnología por ejemplo de pistones de 50 a 250cc que ahora mismo se usan en los monocilindros de motocicletas, y con una mezcla basada en la eficiencia, no en rendimiento.
En el transporte de mercancías, creo que estamos en condiciones de fomentar y desarrollar una red de ferrocarril, de fácil electrificación, en la que puede volcarse, de forma sencilla, la energía que ahora mismo estamos usando por ejemplo para la iluminación nocturna. Sería perfectamente posible realizar un tendido férreo incluso hasta el último kilómetro, con estaciones de descarga de pequeños contenedores modulares, incluso autopropulsados, hasta un pequeño centro de abastos de cada barrio, y de ahí, pequeño reparto en bicicleta. Pensar en los drones no me parece realista a una escala de gran magnitud, es demasiada comodidad y a un costo desorbitado.
Por supuesto, que ahora mismo, y por las buenas (por las malas cualquier cosa) no vamos a renunciar a cierto confort. No vamos a volver al autoconsumo, al huerto, aunque habrá un fenómeno cultural que lo fomente, incluso en terrenos urbanos. Las grandes urbes no tienen solución, algunos consuelos en terrazas verticales y/o hidropónicas, pero la distribución relativamente horizontal de muchos asentamientos podría facilitar algunas opciones, optimizando los recursos hídricos.
La generación de energía deberá ser polivalente, con énfasis absoluto en lo que ahora llamamos renovables: eólica, hidroeléctrica y fotovoltaica, y desarrollar otras como la maremotriz, geotérmica… Recordemos que actualmente, la producción de energía es un problema, pero su almacenamiento es un enorme problema. Las centrales de hidrobombeo reversible, en diversas escalas, creo que tienen un gran potencial, y en España creo que tenemos una orografía favorable, se trata de buscar ubicaciones. La tecnología es barata, y es un tema bonito y complejo para motivar a estudiantes, incluso interdisciplinar de varios grados universitarios (diseño, construcción, gestión…)
En la actualidad, existen otros nichos de generación como por ejemplo, la producción de hidrógeno en zonas áridas mediante técnicas de producción renovables. Probablemente la forma directa sea la fotovoltaica; sin descartar el resto, los costes de producción, transformación y transporte de esa energía son bajos, y su balance de emisiones es prácticamente 0. El manejo del hidrógeno es muy complejo, pero debe tenerse en cuenta que las instalaciones robotizadas reducen al máximo al personal, e incluso les permitirán el manejo de prácticamente todos los procesos de generación, almacenamiento y transporte, así como los de utilización, mediante sistemas remotos. Hoy en día, el uso del hidrógeno en pequeñas instalaciones no lo veo viable, pero no podemos descartar ninguna opción a priori. Uno de los aspectos más importantes es la versatilidad, debemos pensar en soluciones abiertas y desarrollar la tecnología adecuada, tanto a nivel mayorista como minorista, para, en un momento concreto, poder hacer transiciones de uno a otro sistema con rapidez.
Los problemas son técnicos, pero las soluciones humanas. Esto lo debemos hacer los humanos, con todos nuestros defectos, y una faceta muy importante es la obligación de reducir, tanto el consumo per cápita (austeridad) como los consumidores (gente). Hay que promover una fuerte reducción de la natalidad, con medidas como fomentar fiscalmente el primer hijo, la formación de hogares, pero penalizar los siguientes. Y por supuesto, como digo, reducir el esquizofrénico modo de vida, con un consumo desaforado de los recursos al estilo de “Le Grand Bouffe” que acabará como imaginamos.
Suerte, que la necesitamos. Pero sobre, todo, tenemos que ganárnosla, que si la suerte nos pilla tocándonos los reverendos, pasará de largo seguro.