Creo que este primer golpe lo pararemos, pero el daño persistirá generaciones. Dicen que les robamos, y ya podemos decirles que qué, que lo han repetido más que el mistol, ya se lo creen. Dicen que el Prat es 17 veces más rentable y que recibe 3 veces menos de dinero, y ya podemos publicar una doble página rebatiendo uno por uno todos sus argumentos, y además, demostrando que han tergiversado deliberada y torticeramente sus datos. Ya pueden honrar al héroe ese que se han inventado, el Casanova, y de nada sirven todos los historiadores y sus familiares recalcando su firme españolismo. De nada sirve remontarnos a una historia, que ellos ya se han inventado la suya... y así, ejemplos a cientos y cientos, y desde hace demasiado tiempo. Lo dicho, quien calla y va de buenas, y lo digo por amarga experiencia, otorga.
Ha llegado la hora de ser duro. Seguramente alguno irá a la cárcel, me imagino que no mucho. No me darán pena, se harán las víctimas. NO CALLEMOS, salgamos a ponerles en evidencia, son ladrones y mentirosos, que quede claro, pero nos costará convencerles. A todos, ya imposible.
Les harán pagar a título personal las decisiones que, como personas públicas, se haya tomado plena y conscientemente en contra de la ley, eso sí que duele, y espero que además, y es triste pensarlo, les cueste la salud.
Como les he dicho a los vascos esos, que defienden mucho a lo vasco. En generaciones, no os podreis imaginar el daño que habeis hecho a lo vasco.
3 comentarios:
Sí, es cierto. Pero también que es difícil, muy muy difícil llegar a conocer la verdad ya que cada uno tiene sus vivencias, sus historias, sus razones...todas válidas!. ¿Y quién tiene la razón?: ninguno y todos. Nunca es todo negro o todo blanco. Nunca nadie está en posesión de la verdad y el otro miente...todos, y estoy convencido de ello, tienen su parte de razón. Lo peor de todo es oír el diálogo, perdón, los monólogos de cada uno de ellos. Nadie escucha ni intenta entender al otro. Nadie dialoga, ninguno de los dos quiere llegar a entender al contrario. Los dos bandos iguales.
La acumulación de evidencias decanta muy claramente la balanza. Ciertamente, se admiten interpretaciones. Con Vitalden y con Dentis, como con otros muchos, no les condenamos por un primer pecado, sino por montones y continuados.
Y me reitero: engañan, mienten y tergiversan la historia descaradamente, fuera de toda duda razonable.
De todas formas, no se sabe quien es más falso si uno por mentir o el otro por hacer que se lo cree.
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