En fin, que algo tendré que decir. Cosmológicamente, la capacidad, la potencia de fuego de los malos en nuestro terreno es baja, pero tan concentrada y selectiva que preocupa, casi nada hay a salvo. Lo peor, su capacidad de aterrorizar, y en eso, debemos de ser fuertes y firmes.
Por supuesto que se pueden decir muchas más cosas, pero por sus obras les conoceréis.
Y tampoco olvidar que no es la única amenaza, y que también habrá que acostumbrarse.
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