sábado, 13 de septiembre de 2014

PODEMOS

Como todos veían y nadie quiso ver, el populismo lerrouxista barato impera en una sociedad descontenta, a la que se le ha acostumbrado a la vida fácil y a la política de subvención sin esfuerzo.
Como todos veíamos (y casualidad, ellos no) se han alineado por fin con la izquierda, dado que sus consignas son ideológicas, justificando cualquier medida, por absurda que sea, y sin el poco pragmatismo que aún le queda al PSOE. Lo mejor que les puede pasar, por el momento, es que no ganen las elecciones y poder seguir diciendo todas las tonterías que se les ocurran, jaleando a las masas con promesas incumplibles.

La izquierda funciona muy bien políticamente cuando se trata de repartirse la pasta, tienen cierta sensibilidad social, pero son desastrosos, más bien catastróficos, cuando se trata de generarla.  

Y a los abundantes ejemplos me remito.

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