Recientemente, han aparecido dos noticias sobre dentistas, una de carácter nacional y otra local, en el mismo sentido. Tuvimos una reunión para debatir sobre ello, y a algunos, a los de confianza, les he dicho:
Lo de contubernio judeo-masónico, que decía uno que no existían, pues yo creo que un poco sí. Quien apuesta 50-100 millones como D., o 500-1000 como
S., quieren las máximas garantías posibles y la amortización más rápida
posible. Estamos completamente indefensos, y aunque el pato lo paga el
consumidor, el pobre paciente, el silencio nos hará cómplices.
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Está muy
claro que las deducciones que hacen tanto Facua como Iratxe (asociaciones de consumidores) de los datos,
es completamente absurda y malitencionada, con el fin de mover la intención de
compra hacia quien cobra barato y además, emite siempre presupuesto, osea, los malísimos, presentándolos como buenos. Las
consecuencias no les interesan, saben que, si lo hacen bien, en 5-10 años tienen
la inversión cubierta, y detrás de ellos, el diluvio y sin piños. Y los titulares están perfectamente estudiados a
cargo de un profesional de la comunicación, y muy bueno, y posiblemente muy bien pagado, para emitir en un
mínimo fragmento de información, un titular de noticia, la máxima repercusión y
difusión posible.
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Ni es el
primero ni será el último. Nos esperan palos y más gordos, agarraros los
machos. Afortunadamente me pilla confesado, pero a los jóvenes les condicionará la vida, cerrará su futuro
y les entrega indefensos a los empresarios sin escrúpulos.
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No lo hacen mal, LO HACEN MUY BIEN, el mes que no llegan a 400.000 hay bronca. Aunque tienen
muchos gastos y márgenes reducidos, el negocio es bueno (acordaros: ser un buen dentista es mal negocio, parecerlo, buenisimo).
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TIENEN
LOS PIÉS DE BARRO. Si nos ponemos de acuerdo y además, somos un poco valientes,
es muy fácil desenmascararles, pero ha de hacerse profesionalmente, no con las
vísceras como yo. No desaparecerán, pero perderán fuerza. Y si no lo paramos, será
un problema de gran magnitud, está en rápido crecimiento, encuentran el terreno abonado, precisamente por nuestra desidia. Lo siento por nuestros pobres pacientes.
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No quise
montar el sketch de Grupo Confianza, pero tengo mucho que decir, y creo que es
la solución adecuada en el momento adecuado. Desgraciadamente, la acogida ha
sido escasa. Nuestras consultas se reconvertirán correctamente, pero la campaña
mediática será reducida, no hay dinero para más.
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Esta
parcela de negocio sigue virgen. Voldemort, acordaros siempre lo he dicho, no
es enemigo, pero los nuevos sí, y lo hacen mucho mejor. No hay otra solución que luchar por nuestra dignidad, y las
campañas hasta ahora han sido de escaso impacto, tenemos demasiado miedo.
Pues nada, suerte
