jueves, 6 de diciembre de 2012

RELATIVIDAD ESPECIAL

Hoy, día D de democracia, he realizado un experimento de campo del libre albedrío, basado en mis apetencias puras, aprovechando para compararme con el insigne Albert, cuyo cerebro, muy a su pesar, anda rondando por ahí en rodajitas.
Hipótesis de base: Siéntese usted una hora al lado de una mujer bonita y le parecerá un minuto. Ponga la mano un minuto en una estufa y le parecerá una hora.
Resultados del ensayo de apetencias (no se cuentan artefactos experimentales, como teclear esta entrada, hacerle rabiar un poco al perro o consultar correos varios):
- Traducción de un libro de francés de dispercepción-dislexias: cuatro horas (de apetencia nada, cuelgue).
- Paseos con Txkt: una hora (obligación)
- Logística (ducha, afeite, peine, brillo... avituallamiento, estirar la cama...cuasi obligación) dos horas
- Lecturas varias evasivas: una hora.
- Arreglo de guitarra encontrada en la basura: seis horas (¿alguien la quiere?).



CONCLUSIÓN: a Dios rogando y con el mazo dando

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