Estimado Vladi:
Voy a tratar de comprenderte. Cuando tuvimos nuestro primer perro, Choco, me leí 7 libros de perro. El que más me aportó fue uno titulado "Comprenda a su perro", que empezaba diciendo: "... usted sabe que él es un perro, pero él cree que usted es otro perro"
Bien, creo que tenemos que descender hasta ahí, hasta el cerebro reptiliano (ese de "o te como o me comes") para realizar ese ejercicio de empatía. Empatía es eso que hace que suframos o nos alegremos con el sufrimiento o alegría ajena. Y eso, los Zares, de los que eres el digno representante (también en las formas, te gusta el lujo lujosísimo) y de prácticamente todos los dirigentes de muchas partes del mundo, lo que les pase y mandar a millones de personas a la mierda y a la muerte tras un largo y penoso sufrimiento te la renfanfinfla.
En fin, es cierto que con el tema OTAN llevamos mucho tiempo tocándote los bemoles y comiéndote el terreno. Pero atento: a mi que me registren, simplemente, nos vendemos bien, y tus "protegidos" no te quieren, te abandonan solos; y es fácil saber por qué, cacho matón de barrio dogmático iluminado. Ofrece valores, ofrece seguridad jurídica, ofrece reparto equitativo de los recursos (¡a tí, a un comunista te lo tengo que decir...!) libertad, creatividad... y la cosa cambiará, seguro.
Europa éramos una mujer florero. Afortunadamente estamos espabilando. Pero atenta la compañía: repartir riqueza es muy fácil, pero a partir de ahora, en breve, habrá que administrar la pobreza, y eso exige un gran esfuerzo. Se avecinan problemas, familia, y pocos son culpa directa del Putin, la mayoría nos los hemos buscado solos.