PUFEROS

Desde hace un tiempo, en España nos hemos vuelto todos muy legales. En muchas ocasiones protestamos del rigor normativo, para todo hay un reglamento o algo escrito, y cuando nuestro carácter mediterráneo choca con la norma, pues duele...
Pero como comento siempre, es el precio, y escaso, que pagamos por la tranquilidad, la estabilidad, el estrecho espacio que dejamos para implantarse las mafias y los delincuentes. Por supuesto que siempre hay rendijas, pero cada vez más reducidas.

En esto, países puferos por naturaleza (no entraré en detalles, pero son de sobra conocidos) prácticamente todos (si, ya se, muchos, pero somos sus referencias en arquitectura social) menos Europa y América (y, con alegría, incluyo a todos los del sur y con cautela a los del medio) intentan salvar la cara ante el mundo, con mejor o casi siempre peor fortuna.
Me resulta muy complejo realizar un análisis de la estructura de esta situación, ejemplos han por todas partes, y si aguantamos los embates del lado oscuro, tenemos las de ganar. La palabra, la honradez, el concepto de un mundo más justo, aun con grandes contradicciones, es un valor rápidamente al alza, y a los piratas les queda cada vez menos mar en el que navegar.
Por supuesto, no espero grandes avances en menos de 3 generaciones, pero la luz, por el momento, gana por goleada a la oscuridad, aunque siempre tendemos a magnificarla. Pesan siempre más las carencias que los logros

El mundo es bastante mejor hoy. Gracias a todos, sigue y no pares, que funciona.
Y además, si no intentas mejorar cada día, empeoras fijo.

CATALANES

Es el tema de nunca acabar, hoy y desgraciadamente, durante los próximos años. Con suerte pocos, sin suerte, muchos y a tortas.
Es complicado hacer un resumen imparcial (yo no lo soy, vaya por delante) sobre el tema, pero podemos resumir, como suelo hacer:
- Existe un sentimiento nacionalista histórico, profundo, aunque muy minoritario en origen.
- Desde hace muchos años, casi desde el principio, Pujol organizó todo esto con inteligencia, manejando bien su absolutismo, colocando bien sus peones, llevándose ingentes cantidades de dinero de paso como "justo pago a sus servicios". Ahora hay muchos delfines, el más relevante, Artur Mas, pero había tanto dinero por medio que han florecido como setas, ser independentista racista nazionalista era muy rentable.
- Esos peones fueron distribuidos especialmente en sectores como educación (empezando incluso por los niños) media, economía... creándose un sistema complejo que se retroalimentaba. Todos los que se opusieron, o no colaboraban sin hacer preguntas, fueron arrollados y expulsados del sistema sin miramientos. Y muchos, tuvieron que irse físicamente de Cataluña, como en los años de plomo de Euskadi.
- Para los catalanes, todo, incluso pertenecer a España, es un negocio. Si me interesa y pagan bien, vale, si no, me voy. Uno de los ejes de independentismo es la mejora económica, y la sensación (tremendamente exagerada por los interesados) es de que les costamos dinero. Yo también pago muchos impuestos, y tengo muchos alrededor que pagan poco y se benefician de lo que pagamos pocos. Y desde que están estos populistas en Navarra, pues más aún, sólo saben exprimir, no saben crear riqueza.
- Los próximos años habrá una fuerte crisis en Cataluña. Como de costumbre, la culpa la tendremos los demás.

A partir de aquí, y como suelo relatar en mis cursos, distingo muy bien:
IDEA: pensamiento que posee una persona
CREENCIA: pensamiento que posee A una persona

Hoy, con mentiras, engaños, maniobras de pescatera barata y de portera alcahueta, maniobras sucias y estúpidas, estamos como estamos. El problema se ha gestado en 40 años y no lo vamos a desmontar en, como mínimo, en otros 10. Hay cientos y cientos de razones en contra de estos fanáticos terroristas de Estado, quienes espero, y sin ninguna piedad, estén muchos años en la cárcel, e incluso tras el inmenso daño que han hecho, que no saliesen jamás. He seleccionado este video como muestra, pueda ser de lo mejor que he encontrado.

Suerte, la necesitamos todos, ellos también.